Eva María Lahoz
Domingo, 15 de noviembre 2015, 00:51
Con la idea de disponer de la mayor información posible acerca de las fuentes y los niveles de contaminación acústica de la ciudad, la Concejalía de Medio Ambiente se ha propuesto mejorar y enriquecer el mapa del ruido de la ciudad, en un proyecto que comenzará a desarrollar en 2016 y que prevé concluir a lo largo de la legislatura.
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La normativa.
Exige a los ayuntamientos que realicen un mapa estratégico del ruido cada cinco años. Incluye el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y el ruido industrial.
La propuesta.
Medio Ambiente quiere incorporar también informes sobre el ruido ambiental del paso de personas, de los veladores, de la música de pubs y de las empresas.
El plazo.
En 2017 se tiene que presentar el mapa acústico oficial. Lo ideal sería hacer coincidir todos los informes, aunque algunos pueden llevar más tiempo.
Hasta ahora, lo que había venido haciendo el Ayuntamiento de Alicante es elaborar cada cinco años el Mapa estratégico de ruido bajo los parámetros exactos de lo que exige la legislación sobre medio ambiente. Es decir, el estudio del tráfico viario, el tráfico ferroviario, el aéreo y el ruido industrial.
En concreto, el Consistorio centraba buena parte de su estudio en el tráfico rodado, dado que el ruido industrial es residual en el núcleo urbano, que es el único que se analizaba. No se tenía en cuenta, por ejemplo, a las partidas rurales.
El ruido ferroviario y el aéreo lo aportaban estudios realizados por Adif y Aena. La Autoridad Portuaria también realiza sus propias mediciones.
El análisis del tráfico es, en realidad, el más sencillo, dado que no hacen falta mediciones constantes sino que basta con establecer la media de vehículos que pasan por una zona y aplicarle a esta cifra determinados parámetros.
No obstante, el edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, explica que en realidad la contaminación acústica de una ciudad, sobre todo de su núcleo urbano «puede estar provocada por multitud de agentes, no solo el tráfico». De hecho, las principales quejas de los vecinos de la ciudad no vienen por esta fuente sonora, sino por otras como el ruido que genera el paso de personas por determinadas calles, las terrazas o veladores y los locales de ocio con música.
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Por eso, se ha propuesto enriquecer el Mapa estratégico de ruido con informes basados en el estudio de estas fuentes.
«No será fácil y va a llevar tiempo, porque, a diferencia del tráfico, el ruido que provoca la gente sentada en los veladores no se puede basar en parámetros, sino que hay que llevar a cabo una serie de mediciones diarias, a diferentes momentos del día y del año, para establecer los niveles medios de ruido que se dan en una calle concreta», apunta el concejal de Medio Ambiente.
Los datos más interesantes los aportará, con casi toda seguridad, este análisis, que nunca se ha realizado de forma oficial en Alicante. Siempre han sido los vecinos afectados por este tipo de contaminación los que han medido por su cuenta los niveles de ruido en torno a sus casas.
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En el Centro Tradicional, por ejemplo, realizaron mediciones el año pasado y descubrieron niveles de ruido que llegaban a duplicar lo permitido por la legislación en materia de contaminación acústica.
Además de las emisiones de ruido por parte de los veladores, pubs o discotecas, el Ayuntamiento va a estudiar también otras fuentes, como las empresas, negocios o fábricas ubicados en el núcleo urbano.
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Idea completa
Y Urbanismo se ha comprometido con los vecinos de los barrios cercanos a las vías del tren a realizar un estudio específico del ruido que soportan. «Lo que queremos es tener una idea más completa de los tipos y niveles de ruido que soportan los alicantinos, limitar el estudio al tráfico se queda cojo», señala Domínguez.
Ya desde la oposición, EU, que es el partido del que procede Domínguez (ahora dentro de Guanyar) reclamó en varias ocasiones que el mapa de ruido incluyese otras fuentes y también que se extendiese a todo el territorio de la ciudad. Por lo que respecta al ruido generado por el tráfico, Domínguez considera que los estudios realizados por el Ayuntamiento son adecuados, aunque también se revisarán y actualizarán.
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Hay que tener en cuenta que en 2017 el Ayuntamiento tendrá que presentar un nuevo Mapa estratégico de ruido bajo los parámetros que exige la normativa europea, ya que el último que se realizó fue en el año 2012.
Así, se puede aprovechar que se tiene que trabajar en este nuevo mapa, para ir incorporando los demás parámetros y obtener una foto mucho más rica de la contaminación acústica a la que se enfrenta la ciudad dentro de dos años.
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