«Puede que haya que desviar las rutas de algunos vuelos»

El concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, asegura que el Ayuntamiento de Alicante está dispuesto a postergar cualquier decisión acerca de la protección del saladar a la recepción de los informes del Ministerio de Medio Ambiente y de la Agencia Española de Seguridad Aérea, que se comprometieron a estudiar esta situación.

«Por supuesto, para nosotros la seguridad es lo principal», señala Domínguez.

Explica que la reunión celebrada el pasado jueves es solo la primera de una ronda de contactos para colaborar en este sentido y valora que, en esta ocasión, sí que se tenga en cuenta al Ayuntamiento a la hora de tomar decisiones, algo que no ocurrió en las negociaciones de 2010 por el problema de las gaviotas. «Tenemos algo que decir, porque se trata de nuestro territorio», señala el edil.

El Consistorio tendrá en cuenta la actividad del aeropuerto a la hora de diseñar las acciones de protección y puesta en valor del saladar de Aguamarga, pero también demanda al aeropuerto que se adapte a esta nueva circunstancia.

«Puede apostarse por la flora que atrae más a las aves en zonas más alejadas, pero también puede que haya que desviar la ruta de algunos vuelos que pasen justo por esa zona», indica Domínguez. Es decir, que ambas partes tendrán que negociar y ceder un poco para que el desarrollo del Paraje Natural Municipal sea compatible con la actividad del aeropuerto y ninguno de los dos cause interferencias al otro.

La Mancomunidad de Canales del Taibilla y la Generalitat también deberán participar en este proceso de debate.