Unanimidad 'plenaria' para reducir los deberes

Muchas risas y alguna que otra lagrimilla arrancó ayer a los concejales del equipo de gobierno y a los alumnos de cuatro colegios públicos de la ciudad, la celebración del Pleno Infantil que, como cada año, se hizo coincidir con el Día del Niño. No es lo habitual, pero ayer incluso llegaron a votar a mano alzada una moción, propuesta por María, una estudiante del colegio San José de Carolinas, que salió adelante por unanimidad de todos los presentes.

Pedía María una disminución de los deberes que llevan a casa los alumnos y encontró en la concejal de Educación, María José Espuch, una aliada, convencida de que las tardes deben ser para «jugar y descansar».

Otra de las preguntas de la sesión, formulada por Issam, del colegio Campoamor, logró emocionar al alcalde, Gabriel Echávarri. El pequeño preguntó por qué no daban más trabajo en la ciudad para que su padre pudiese volver de Marruecos, donde se ha tenido que ir a trabajar. Con la voz quebrada, Echávarri le respondió que esa era una signatura pendiente de los políticos.

También hubo peticiones atendidas, como las de más parques y policías. El vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, y el edil de Recursos Humanos, Carlos Giménez, se comprometieron a aumentar ambas cosas.

La edil de Participación, Julia Angulo, habló de integración, y la de Acción Social, Nerea Belmonte, abogó por cuidar a los niños como «tesoros». El alcalde aprovechó el tono desenfadado para mantener un 'pique' sano con el vicealcalde, a quien redirigía las preguntas más comprometidas.