Margallo aterriza en Alicante

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, entró ayer en Alicante en lo que Alberto Fabra llamó 'modo candidato' cuando aterrizó si acaso unas horas en la provincia, con motivo de la presentación de su libro 'Todos los cielos conducen a España'. El acto se celebró en la sede de la Universidad de Alicante, que se quedó pequeña para albergar a cargos populares.

A ya menos de un mes de los comicios del 20D, ya se notó bastante este ambiente preelectoral en un acto al que acudieron la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y la secretaria general, Eva Ortiz, además de todos los cargos orgánicos del partido en la provincia, empezando por su presidente, José Císcar. A nivel institucional, estuvo el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, y el subdelegado en la provincia, Alberto Martínez.

García-Margallo es consciente de que, como cabeza de cartel popular por la provincia, ahora le toca arremangarse y «aprovechar todos los minutos» de la campaña sin mirar las malas perspectivas que auguran los sondeos a los populares, que perderían la mitad de sus ocho diputados conseguidos en el 2011. «No tengo ni idea de los sondeos», dijo Margallo cuando le preguntaron por la campaña, «pero todas son iguales, lo importante es no perder la perspectiva».

A nivel nacional, recordó que había «razones objetivas» para que el PP gane las elecciones: «Cogimos un país al borde del rescate y ahora estamos creando empleo gracias a que hemos corregido los desequilibrios y los cuellos de botella de estrangulaban la economía española». Cree posible llegar a los veinte millones de empleos en 2020 «si no corregimos el rumbo», en la línea del discurso oficial popular. En definitiva, «tenemos que explicar de dónde venimos» durante la campaña, en la que se pone desde ya.

También se refirió a la provincia de Alicante, a la que auguró que «saldrá más rápido de la crisis económica, porque es una de las pocas provincias que vende más que compra», es decir mantiene positivo su balance comercial. García-Margallo enumeró los beneficios de la provincia: «Contamos con una sólida base empresarial, ahora hay que ganar en productividad, con más inversión en educación, en investigación..; además, tenemos una posición estratégica con el norte de África» para canalizar las inversiones que ha aprobado Europa a los países ribereños como Marruecos, Argelia o Túnez.

No dejó pasar la oportunidad de demostrar su dominio de la política internacional (a la que se ha dedicado la mayoría de su carrera) al asegurar que «el centro del mundo se está desplazando al Pacífico y el canal de Suez se va a duplicar para permitir el paso de las mercancías», lo que redundará en un mayor comercio por el Mediterráneo. En definitiva, «si estamos en el sitio adecuado», la provincia saldrá antes de la crisis.

A García-Margallo le gustó que le preguntaran por la financiación autonómica: «Pocas plumas puedo ponerme» para hablar del tema, dijo en tono de broma para añadir que «todo el mundo sabía en 2009 que el modelo de financiación aprobado por el Gobierno del PSOE era malo, que dependía mucho de la evolución económica y del sector de la construcción», ya muy tocado cuando se aprobó.

En su lugar, propone ir a un «modelo abierto» con tres principios fundamentales: autonomía fiscal, aumento de los espacios fiscales e igualdad de servicios de todos los españoles. De todo esto está dispuesto a hablar para diseñar un nuevo modelo «que corrige los errores del PSOE».