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Aragolaza, ayer, en el Ayuntamiento.
«Los bomberos son un colectivo muy difícil de tratar»

«Los bomberos son un colectivo muy difícil de tratar»

Eduardo Aragaloza, jefe del Speis, cree que la ratio de Alicante es adecuada, pero que se debe mejorar la organización del operativo de respuesta

Eva María Lahoz

Martes, 15 de diciembre 2015, 01:41

El nuevo jefe del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, Eduardo Aragolaza, tiene 56 años y viene de Vitoria, donde era subjefe, pero tiene ya experiencia al mando de los bomberos de San Sebastián. Llega a Alicante con tres proyectos clave, crear una estructura de mando estable, explotar la Casa del Fuego y mejorar la respuesta ante emergencias. Sabe que sus compañeros son combativos, pero no le asusta el reto.

-¿Cómo ha llegado a aterrizar aquí?

-Participé en un proyecto europeo hace casi 20 años con gente de Alicante, estuve aquí dando un curso de materias peligrosas y mantengo contacto con gente de aquí. Me conocían, me propusieron el cargo y acepté. Tratar con los bomberos siempre es complicado, pero aquí hay unas instalaciones impresionantes. Hay problemas organizativos como en muchísimas partes. Los bomberos somos así, es una constante. Es el mejor colectivo del mundo para trabajar con ellos en intervenciones, te dan más de lo que les pides, pero fuera de las intervenciones son un colectivo muy dinámico y muy difícil de tratar con él, muy delicado. Aquí y en todas partes.

-¿Por qué?

-Porque es gente normalmente bastante decidida, hay mucha solidaridad entre ellos, están acostumbrados a que no se les pone nada por delante y si hay que hacer algo, lo hacen. Aparte tienen muy buena imagen pública y sus problemas siempre tienen una repercusión mediática muy alta. Normalmente hay un 15% de personas que están descontentas, un 15% que piensa que tiene el mejor trabajo del mundo y un 70% que según como vaya la cosa se apunta más a u lado o a otro. Trataré de contactar con ese 15% entusiasta y de ganar a la mayoría de la plantilla para que los problemas laborales no paralicen el proyecto, que es muy bueno.

-Aquí ha habido varias polémicas. ¿Son especialmente combativos o se han hecho mal las cosas?

-Son dinámicos en todas partes. Es cierto que Alicante tiene una ratio de consumo de jefes de bomberos elevada (ríe). Duran poco. Menos mal que yo tengo la fecha de caducidad puesta, porque me quedan tres años para jubilarme.

-¿Cuál es el proyecto?

-Hay tres cosas. Por una parte, crear un equipo de dirección y una estructura de mando estable. Ahora está muy en precario. Vamos a intentar que haya mandos definitivos. Las plazas deben ser fijas. La interinidad obliga a estar siempre en precario. Sé que ha habido dimisiones y la cosa no está en unas condiciones idílicas, pero bueno. Otro tema es poner en marcha la casa del fuego, que son las mejores instalaciones de Europa y todavía no se han estrenado. Es para sacarle chispas. Es una instalación que puede tener una proyección no solo para bomberos, sino para otros colectivos, como el puerto. En tercer lugar, hay que mejorar la intervención. Parece que no se han adaptado los procedimientos de actuación a la actual estructura del servicio y a las necesidades de Alicante.

-¿No hay una buena respuesta?

-La respuesta que dan los bomberos a las emergencias no se ha reestructurado. Ahora hay dos parques, Jaime II e Ildefonso Prats. Están muy próximos uno a otro. Hay que adaptar la sistemática y ver qué salida es la idónea.

-¿Se modificarán los mínimos?

-Prefiero reunirme con los bomberos antes de abordar este asunto.

-¿Pero cree que hay suficiente plantilla?

-Se está elaborando un estudio sobre el riesgo y la respuesta que se da. Sería prematuro abordar este tema antes de conocer los resultados y de ver cómo lo ve la plantilla. A mí, 160 bomberos, para una ciudad de 320.000 habitantes, no me parece mal ratio. En Vitoria es similar y van a la provincia de Álava. A primera vista no parece que falte plantilla. Parece que es una cuestión organizativa.

-¿Cómo cree que le recibirán al venir de fuera?

-Creo que venir de fuera es positivo. Otra visión siempre aporta cosas. Hay una cosa que en bomberos llamamos el paso atrás, que es que cuando estás metido dentro de una intervención no ves, y das un paso atrás y de pronto lo ves. Ese paso atrás es traer a alguien de fuera para que ponga en marcha el servicio, arregle las cosas más importantes y luego que con gente de aquí eso vaya adelante. Al venir de fuera no estás contaminado por asuntos internos. Tienes una visión más imparcial. Espero que se entienda.

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