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E. M. L.
Martes, 15 de diciembre 2015, 01:41
El parque de Bomberos ldefonso Prats ha costado al Ayuntamiento y, por tanto, a todos los alicantinos, más de 20 millones de euros. Sin embargo, está «infrautilizado», según denunció ayer el concejal de Seguridad, Fernando Marcos, que se ha propuesto rentabilizar instalaciones como la Casa del Fuego, apenas utilizada.
Instalaciones.
Las ofrecerán al Ivaspe o a otras instituciones y colectivos para rentabilizar el elevado coste que tuvieron y darles uso.
Personal.
Acabarán con la precariedad e interinidad en los puestos, sobre todo los mandos y ajustarse a la legalidad.
Protección.
Los equipos de protección tendrán control externo. Además se establecerá un programa de formación y entrenamiento.
El edil va a proponer a la Generalitat que traslade a Alicante parte de la programación formativa del Instituto Valenciano de Seguridad y Respuesta a Emergencias, Ivaspe, que el Consell ya dijo que quiere descentralizar. De esta forma, cobraría por ceder para estos cursos las instalaciones punteras de Ildefonso Prats.
Para ello, debe acabar antes la parte del parque que iba a acoger dependencias de la Policía Local, tanto oficinas como aulas formativas. En este sentido, Marcos aseguró que se va a destinar a este fin una partida de un millón de euros en 2016, además de los 1,2 millones que se obtienen de las aseguradoras.
Además, estudiará si se pueden pedir responsabilidades a la empresa de Enrique Ortiz que construyó el parque con sobrecostes y sin terminar todos los edificios previstos.
Otro gran caballo de batalla será la regularización del personal del Speis. Un problema al que ahora se suman los mandos que han decidido dimitir en cadena por desacuerdos con las medidas que ha empezado a adoptar.
«Nos hemos encontrado con un verdadero castillo de naipes en cuanto a la promoción precaria de la mayoría de los mandos. Mejoras de empleo e interinos son la mayoría de los casos. Además de todos los problemas que esto conlleva, cuando un mando dimite provoca el cese de varios subordinados dependiendo de la categoría en la que cesa, lo que provoca el consiguiente perjuicio para éstos y consecuentemente para el servicio», explicó.
Las dimisiones solicitadas, aseguró, «se irán atendiendo a medida que se vayan proveyendo los puestos de las plazas que están vacantes», explicó. Y confió en la profesionalidad de todos para aceptarlo.
«En los últimos años, el Speis no se ha gestionado para garantizarlo», aseguró Marcos. Una situación que, aseguró, se va a solventar en los próximos meses, con la ayuda de la incorporación de un nuevo jefe del Speis, Eduardo Aragolaza, que tomó posesión de su cargo ayer.
El objetivo es «ir consolidando progresivamente las plazas existentes cubiertas de forma distinta a la propiedad y que por lo tanto se encuentran en precario y que afectan a todas las categorías del servicio».
Por otro lado, pretenden establecer una programación real y actualizada de formación y entrenamientos, con el uso de las instalaciones como la torre central del parque, actualizar los procedimientos operativos de actuación y garantizar los equipos de protección individual, que serán controlados mediante gestión externa.
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