Bonig advierte de que «el tripartito es la prueba de lo que puede pasar si no gana el PP»

La presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha asegurado hoy que el "tripartito" que gobierna en la Generalitat es un "banco de pruebas" de lo que puede pasar tras las elecciones generales del próximo 20 de diciembre "si el PP no tiene la mayoría".

"Es un tripartito donde su presidente no gobierna, no lidera y es preso de los radicales, centrado en la revisión permanente del pasado para destruir al PP e incapaz de diseñar un futuro de concordia y de paz", ha afirmado Bonig durante su intervención en el Fórum Tribuna Mediterránea.

Isabel Bonig ha sido la encargada de presentar a los cabeza de listas del PP al Congreso por las provincias de Alicante, José Manuel García Margallo; Castellón, Miguel Barrachina; y Valencia, Elena Bastidas, a los que ha calificado como personas "tremendamente honradas, trabajadores incansables y de fuertes convicciones".

La dirigente popular ha asegurado que no acudía al Fórum a "insultar ni descalificar a adversarios políticos" y ha confesado que durante el debate que el lunes enfrentó a los líderes del PP, Mariano Rajoy, y el PSOE, Pedro Sánchez, tuvo una "sensación de tristeza y desesperanza".

Ha señalado que cuando vio a Pedro Sánchez "saltar de forma despiadada" se acordó del 28 de octubre de 1982, cuando Felipe González llegó al Gobierno de España "y fue capaz de transmitir ilusión".

"Ver a Sánchez tras 150 años de historia dio pena, ha llevado al PSOE al desquicio, la marginalidad y la radicalidad, y eso no es bueno", ha afirmado para añadir que, frente a ello, "el PP puede presentar hechos y argumentos, con convicción y fe ciega en la nación y en nuestra tierra".

Por su parte, Bastidas ha asegurado que la corrupción en la gestión pública es "una lacra, una carcoma a la que, como en los casos de violencia machista, debemos hacer frente" y ha reconocido que en la Comunitat se han producido "casos graves" que "nos han avergonzado y abochornado".

"Hemos tenido que pedir perdón y ha supuesto un coste político y electoral", ha señalado Bastidas, quien ha agregado que en muchas ocasiones "han pagado justos por pecadores las sinvergonzonerías de algunos".

Ha recordado que el PP ha puesto en marcha 70 medidas para prevenir la corrupción y sancionar a los corruptos y ha contribuido a que no haya "impunidad, porque hemos expulsado de las filas a los que se han aprovechado del cargo".

Ha advertido de que en la Comunitat "nos enfrentamos a un reto que, de no resolverse, sus consecuencias pueden afectar a varias generaciones: el debate territorial, no de cambiar un modelo autonómico por federal, sino del desafío que solo una parte de la sociedad catalana ha planteado al conjunto de españoles".

"En el norte tenemos a los que nos consideran parte de la entelequia de los 'paisos catalanes' y dentro de la Comunitat Valenciana muchos estarían encantados de serlo", ha afirmado, para agregar que, por primera vez, "el nacionalismo ha llegado a nuestra Comunitat en el Gobierno de la Generalitat".

"El hecho más evidente es que un pacto Compromís-Podemos para las elecciones incluye un referéndum vinculante para Cataluña, una fuerza que gobierna en la Comunitat considera que los valencianos no tenemos nada que decir sobre lo que queremos que sea España", ha afirmado.

Respecto a la financiación autonómica, ha señalado que el modelo aprobado en 2009 ha sido "nefasto" para los valencianos, pero ha aventurado que gracias a la recuperación económica "tenemos el compromiso firme de Rajoy y del PP de que será un objetivo prioritario".