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Eneas G. Ferri
Miércoles, 23 de diciembre 2015, 00:34
La Alegría en El Campello y alegría desde El Campello a muchos rincones de España. Esta es la sensación que se vivía ayer en la administración número 2 de la localidad de L'Alacantí donde se vendió íntegramente el número 51688, uno de los quintos premios del Sorteo de Navidad. Fueron 9,6 millones vendidos en ventanilla, 160 series, décimo a décimo «desde el pasado mes de julio hasta la misma tarde de ayer», explicaba Estefanía Femenía, titular de la administración, al conocer la venta del número premiado.
Desde que apareció la cifra agraciada sobre las 11.30 horas de la mañana fue un hormigueo constante el que vivió la administración de la familia Femenía. Muchos vecinos pasaban a darle la enhorabuena a la familia que desde hace 14 años reparte suerte en la transitada calle San Bartolomé, la primera paralela al paseo marítimo, pero otros muchos, sobre una decena, aparecieron con su décimo premiado y la consecuente emoción.
El primero en enterarse de la feliz noticia fue Plácido Jover, vendedor de la ONCE que día tras día monta su pequeño tenderete de venta de cupones junto a la administración. El trato con la familia, por tanto, es cotidiano y solo fue necesario asomar la cabeza para compartir la alegría. «¿Tiene uno, Plácido?», le preguntó Estefanía. «Sí, tengo uno, bonita». Y la sonrisa inundó ambos rostros. Plácido afirmó estar «siempre en la puerta», por lo que observa cada día el gran abanico de números a la venta, pero «me gustó este, el 88, y mira por donde», confesaba antes de indicar que «estoy muy contento por ayudar a mis hijos. Sobre todo, al que está en paro».
Apenas comentaba su suerte el vendedor de cupones de ONCE cuando aparecieron dos vecinos también agraciados, María Luisa Mínguez y José de Sebastián, con su particular historia con el azar. Residentes en Peñafiel, un pequeño pueblo de Valladolid, tienen en El Campello su segunda residencia donde pasan las vacaciones y los meses que pueden al año. Compraron dos décimos del número premiado, uno para ellos y uno para unos amigos. «A nosotros nos viene muy bien, pero a ellos mejor. Están los dos en paro y nos alegramos muchos de haberles dado esta suerte», confesaba María Luisa.
Sin embargo, el matrimonio guardaba también un pequeño detalle «agridulce» porque «compramos aquí los décimos para toda la empresa y los llevamos todos los años, pero no los compramos el mismo día y elegimos otro número. Hubiera sido genial repartir el premio en la empresa», lamentaba José.
Además de muchos vecinos de la playa de El Campello, donde se ubica la administración, Estefanía Femenía indicaba que «llevamos vendiéndolo desde verano y por aquí pasan muchos turistas y gentes de toda España que vienen a veranear, por lo que estará muy repartido». Precisamente, entre las conversaciones llegaban llamadas de enhorabuena de lugares como San Sebastián o Madrid, donde había llegado la suerte.
Para los Femenía esta es la primera vez que venden un premio importante en el Sorteo de Navidad, aunque ya han repartido importantes cifras en otros sorteos. «Nos hace mucha ilusión. Es la primera vez que vendíamos este número y, como era de los pocos que teníamos íntegros, lo sacábamos cuando no nos pedían uno concreto. Ayer mismo dimos los últimos», concretó la lotera.
Entre los vecinos congregados a las puertas de la administración aparecieron más personas agraciadas con el 51688. Una de ellas fue José Soler, natural de Jijona pero afincado en El Campello desde hace varios años y conocido por participar de las corales de la Ermita del Carmen y de Mayores de la localidad. «El 8 es mi número de la suerte», expresaba, a lo que añadía además que «pasaremos una buena Navidad y ayudaré a mis hijos en lo que pueda».
Con amplio gesto de alegría llegó Mari Paz paseando a su perro décimo en mano y explicando a sus vecinas que «estaba desayunando y he escuchado que un premio acababa en ocho. Mientras buscaba el número me ha llamado mi hija y me ha dicho que me había tocado. A ella y a mis dos hijos irá el dinero».
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