Eva María Lahoz
Viernes, 8 de enero 2016, 00:33
La visita que los Reyes Magos de la ciudad realizaron en la mañana del miércoles a la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, traerá cola. Tras generar todo tipo de críticas por parte del tripartito y de distintos actores en las redes sociales, ayer les llegaba el turno de hacerlas en público. El primero fue el alcalde, Gabriel Echávarri, y más tarde se le sumó hasta el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
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Echávarri criticó que, con estas actitudes el PP «se empeña en oscurecer» los buenos datos económicos de la campaña navideña en la ciudad, «volviendo a sacar a sus zombis del armario para ocupar minutos de gloria», en referencia a la publicidad que la misma Castedo dio a la visita a través de Facebook. El alcalde explicó que el equipo de gobierno se enteró de esta visita a través de la publicación, dado que en un principio los Reyes cogieron el coche oficial para realizar dos visitas a residencias de mayores, la de Virgen del Remedio y la de Bonaire. Sin embargo, se sabe que pararon, no solo en casa de Castedo, sino también en otra vivienda y en el restaurante El Sorell.
El Ayuntamiento de Alicante ha abierto una investigación para aclarar por qué los tres Reyes Magos visitaron a Castedo. Echávarri aseguró que el próximo año se tomarán medidas de control y lamentó que, tras 24 horas, los populares no hayan dicho «absolutamente nada», algo que cree se debe a que ven «normal esa confusión entre lo público y lo privado». El alcalde lamentó que el martes «a las cinco de la tarde había miles de alicantinos sentados, esperando cuatro horas para ver pasar a los Reyes en la cabalgata» y que «no es de recibo que éstos vayan luego a casa de un particular». A su juicio, «son superhéroes para muchos niños y mayores y ese súper poder lleva aparejado una súper responsabilidad que no ejercieron, no estuvieron a la altura del cargo que se les concedió».
El portavoz municipal, Natxo Bellido, calificó la visita de «falta de respeto», mientras que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, consideró «reprobable» el hecho de «politizar una fiesta tan de todos» y aconsejó a los Reyes que visiten «niños enfermos» en vez de a Castedo.
La agrupación Joves amb Compromís llegó a pedir a los Reyes, el presidente de la Federación de Fiestas en Barrios de Alicante, Rafael Martí; el estilista de la Federación de Hogueras, Miguel Ángel Leal, y el presidente de la Federación de Hogueras, Manolo Jiménez, que «dimitan de sus cargos». Una petición que también hacen algunos sectores de las Hogueras en el caso concreto de Jiménez, sin duda el que más se verá perjudicado por la visita y que ayer la justificaba como «personal».
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