Fernando Amat
Lunes, 11 de enero 2016, 00:47
El Orihuela falló ayer muchas ocasiones, pero creyó en sí mismo y logró resolver el partido con un 3-1 frente ante al Acero. La calidad de la delantera escorpiona acerca al cuadro amarillo a puestos de promoción de ascenso y el equipo demuestra cad semana que está en buena forma, además de mantener su racha ascendente con la segunda victoria consecutiva del año en Los Arcos.
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Los de Gabi Correa se confiaron al acabar la primera mitad con un marcador de 2-0. En la segunda parte sufrieron para mantener la diferencia a favor, que se recortó hasta el 2-1. Solo con pases al hueco, fútbol hacia atrás y ataques veloces por banda pudieron ganar con contundencia. El cuadro local resolvió en el momento más difícil. Superó al Acero con una jugada de ingenio al aprovechar los huecos que le dejó el rival. El encuentro estuvo falto de sonido ambiente por la protesta del Frente Eskorpión, que decidió manifestarse fuera de Los Arcos. La peña dejó el fondo de la Plaza de Toros y la grada bajó de decibelios durante el homenaje al capitán Fleki, que volvía al once inicial y celebró 200 partidos con la elástica gualda. Sus compañeros fueron los mismos que hace siete días, salvo Coco que inició el encuentro en la banqueta, si bien Correa dudó mucho de esta decisión y pronto lo mandó calentar.
Sobre la mitad de la primera parte el juego languideció en ocasiones. Una falta cometida por Gabriel acabó en el 1-0. La jugada repensada en casa tuvo una ejecución de matrícula. El Orihuela abrió el balón a la banda derecha cuando la zaga rojiblanca tapaba la frontal. Mikey soltó un fuerte derechazo colocado a la escuadra izquierda de la portería. Oumar Diaby no logró tocar el esférico que entró con fuerza desde lejos. El cuadro local se adelantó en el minuto 26 con el mejor gol de tiralíneas en casa.
El tanto supuso un soplo de aire fresco para el Orihuela, que penetró por bandas, desplegó a sus centrales al ataque y generó más ocasiones que nunca. La avalancha amarilla no tuvo premio al principio, pero la clase del equipo local se demostró en una contra propia de libro de texto en la escuela de entrenadores. Fleki luchó un balón en la defensa con mucha fuerza, arrancó por la banda derecha y lo colgó para que Chema corriera pegado a la línea de cal. El volante la puso justo después de controlar el cuero al segundo toque, en el área pequeña. En ese espacio Ginés entró como una exhalación y la tocó con el interior al primer palo, engañando al guardameta del Acero. El 2-0 subió al marcador en el 41.
La reanudación comenzó con un gran ritmo de los visitantes, que no redundó en ocasiones de gol. El Orihuela realizó un cambio ofensivo al dar entrada a Perico que entró por Joaquín Pastor. La defensa se ajustó con Chema en el lateral y el recién entrado por arriba.
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El Acero realizó una buena jugada por la banda izquierda que remató Seral, que acusó a Samu Jiménez de tocar con la mano. En el córner siguiente Baixaulí no llegó al balón cuando solo tenía que empujarlo. Por su parte Maiky siguió a la suya, repartió juego y llegó al área con peligro, se erigió en el mejor de los suyos, falto solamente de algo más de pegada. Tras un fallo de Perico para rematar el partido llegó el padecer de los locales. Álex Ortiz subió la bola hasta campo contrario y se la entregó en bandeja a Gabriel, que solo tuvo que disparar al lado opuesto, el flanco izquierdo. Emilio no llegó y el Acero puso la emoción al partido. Un buen trabajo del último clasificado puso el 2-1 a falta de un cuarto de hora para finalizar la contienda.
Los escorpiones no terminaron de zanjar el lance ocasión tras ocasión. Perico se desesperaba ante tanta oportunidad mientras Ginés hizo sudar al guardameta rival. Una triple ocasión continuada puso de los nervios a la grada que vio como Raúl, Ginés y Coco no llegaban a sentenciar la partida. Pases cortos dentro del área quedaron en agua de borrajas. Ni un control espectacular de Raúl a falta de cinco minutos lo pudo remachar Mikey. Al final el fútbol de control marcó la diferencia para el Orihuela. Mikey la colgó dentro del área y Raúl la paró con el pecho para enviarla al palo largo en el 94.
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