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Luis Candela
Martes, 12 de enero 2016, 00:44
La pareja arrestada el jueves de la semana pasada después de que la mujer, de 34 años, presuntamente se provocara un aborto ilegal quedó en libertad tras pasar por dependencias policiales. Lo mismo ocurrió con la madre de la gestante, de 54 años, que fue detenida solo un día después, el viernes 8 de enero, por su presunta relación con estos hechos. El suceso se remonta a unos días antes, el 4 de enero. La mujer estaba embarazada y acudió con una hemorragia al Hospital General Universitario de Elche acompañada por su pareja. Al parecer, el hombre, de 33 años, desconocía que los motivos por los que la chica sangraba eran que había perdido el feto y supuestamente se deshizo de él.
El relato de lo sucedido resultó poco creíble para los médicos que atendieron a la mujer y pronto levantó las sospechas, por lo que decidieron activar el protocolo ante la posibilidad de encontrarse ante un aborto realizado de forma ilegal. El avanzado estado de gestación y la forma en la que contó la madre que se había producido la interrupción del embarazo parecía difícil de creer para los facultativos. Por ello, dieron aviso a la Policía Nacional que practicó la detención de ambos, como confirmaron fuentes próximas al caso.
La gestante habría relatado que se produjo un aborto de forma natural y que el feto se escurrió por el inodoro. Este extremo se investiga, pues los especialistas de la de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de Elche no hallaron restos del recién nacido en los registros domiciliarios que llevaron a cabo un día después de que la pareja apareciera por el hospital.
La investigación continúa abierta a la espera de poder dar con el feto, así como para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el aborto. No obstante, y según ha podido saber este diario, la mujer pudo haber ocultado a su entorno, incluso al más cercano, que se encontraba embarazada de varios meses. La chica, natural de Crevillent, reside actualmente con el coacusado en la localidad de Catral y tiene otros tres hijos de otra pareja.
Pese a que los tres arrestados quedaron libres, en los próximos días deberán pasar por dependencias judiciales para explicar lo sucedido al juzgado que se encarga de dirigir el caso en Elche. Se trata de un delito penado con multa si es la embarazada quien se practica la interrupción del embarazo, pero está castigado con hasta ocho años de prisión si alguien fuerza a la mujer a abortar.
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