JUAN PABLO LAORGA
Lunes, 18 de enero 2016, 01:03
No hay nada como volver a arrimarse al calor del hogar. Aunque cuando has estado mucho tiempo fuera a veces es difícil adaptarse a la que es tu casa. Eso es lo que le pasó ayer al Lucentum, que regresó al Centro de Tecnificación tras casi un mes ausente en su pabellón y después de jugar tres partidos seguidos fuera de casa (incluyendo el aplazado de la jornada 11 ante el Ciudad de Valladolid), cada uno en una punta del país.
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La adaptación en la vuelta a Alicante fue complicada, el Lucentum ganó al Clínicas Rincón y mantuvo su imbatibilidad en casa en un partido agónico, en el que le costó más de lo normal conseguir el triunfo. El equipo que entrena Kuko Cruza no estuvo tan fino como acostumbra en su cancha y necesitó una prórroga para derrotar a los malagueños. Un tiempo añadido que los alicantinos forzaron casi de milagro, gracias a una canasta imposible de Guillén sobre la bocina que puso el empate al final del último cuarto.
Justo antes de la canasta de Guillén, Carlos Cobos había puesto por delante a los malagueños después de esquivar a toda la defensa lucentina en una gran penetración. Fue la única canasta del base del Clínicas Rincón en los 39 minutos que estuvo sobre el parqué, pero la más importante de los suyos, la que dejaba a su equipo dos arriba con tan solo dos segundos por jugar. Con los andaluces prácticamente celebrando la victoria, Guillén, que durante el resto del encuentro había estado ausente, recibió y, a la media vuelta, anotó dos puntos espectaculares. La pelota entró justo cuando el tablero se iluminaba para indicar el final del partido.
En la prórroga todo fue más fácil. La canasta milagrosa de Guillén fue como echarle gasolina al equipo para que arrancase. En los cinco minutos de tiempo añadido, el Lucentum demostró más que en los cuarenta anteriores, sobre todo gracias a un Johan Kody inspiradísimo. El pívot africano mostró su calma y su determinación en el momento decisivo, cuando a la mayoría le temblaba las piernas. Kody anotó seis de los doce puntos de su equipo en la prórroga para ayudar a sentenciar al Clínicas Rincón y lograr la séptima victoria seguida en casa esta temporada.
La victoria fue complicada, pero había motivos para pensar que el partido no sería fácil. Para empezar el rival no era uno cualquiera. Es cierto que el Clínicas Rincón ocupa la undécima posición, pero es un equipo rocoso, que siempre planta cara, con una plantilla compuesta por jugadores jóvenes, altos y de calidad, ya que es filial del equipo ACB Unicaja Málaga. Un conjunto fuerte en defensa -la segunda mejor del campeonato, solo superada por la del Lucentum-, con jugadores fuertes como el pívot congoleño de 2,10 Viny Okouo.
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Además, a los locales les pesaba el mes sin jugar en casa y, por si fuera poco, la competición está muy igualada; una derrota suponía caer hasta la séptima plaza, mientras que la victoria permite a los alicantinos seguir la estela de los dos líderes, el Peixegalego y el Ávila, que aventajan en un triunfo al Lucentum. La presión se podía sentir y eso que la competición apenas acaba de superar su ecuador. Pero un partido puede ser decisivo para tener el factor cancha a favor en los 'play off' por el ascenso al final de la liga regular.
El equipo no funcionó desde el principio, tan solo el joven Carlos Martínez sostenía al Lucentum mientras el Clínicas Rincón empezaba a mostrar sus armas. A pesar de jugar a medio gas, los alicantinos dominaron a los malagueños durante todo el primer tiempo, en el que lo más destacaba fue el espectáculo que pusieron Bowie y Aramburu al culminar el vasco un pase del norteamericano con un 'alley oop'. 'Show' aparte, los alicantinos se mantuvieron por delante en el marcador gracias al acierto desde la línea de tres, algo que no se había visto en toda esta temporada.
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Fue en el segundo tiempo cuando el choque se complicó. La siesta del Lucentum, al contrario de lo que ha sucedido en la primera mitad del curso, llegó en el segundo tiempo. El inicio del tercer cuarto fue pésimo. El Clínicas Rincón puso su maquinaria defensiva a funcionar y dejó a los locales durante más de cinco minutos sin anotar para lograr un parcial de 0-10. En ese momento el partido se empezaba a complicar y la presión comenzaba a aparecer. Se reflejaba en los tiros libres, que la mayoría tocaban el aro y se iban fuera (el Lucentum terminó el partido con 13 de 28 en tiros libres).
El último cuarto fue peor para los locales. Los malagueños empezaron a creer en la victoria y se pusieron por delante en el marcador y rozaron la victoria. Cruza intentó contrarrestar la altura del Clínicas Rincón con Aramburu, Kody y Sherman en pista pero el experimento no funcionó. Solo la canasta imposible de Guillén y una gran actuación de Kody en la prórroga evitó que el Lucentum cayese por primera vez esta temporada en el Centro de Tecnificación.
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