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Bernat Sirvent
Sábado, 23 de enero 2016, 00:35
Lo puede decir más alto, pero no más claro. El presidente de la Diputación de Alicante y alcalde de Calpe, el popular César Sánchez, aseguró ayer a este diario, desde el propio 'stand' Costa Blanca en Fitur, que «el presidente del Consell, Ximo Puig, puede poner tasas donde quiera, pero en la provincia de Alicante ni una». Sánchez, que ya había tomado partido en este debate para dejar claro a final de año y en otras comparecencia su rechazo sin ambigüedades al canon que estudia ya la dirección general de Tributos de la Generalitat Valenciana, no fue el único en salir ayer en tromba contra el proyecto que tiene la Conselleria de Hacienda de establecer en el presupuesto para 2017 y aplicarlo en hoteles. El PP provincial, por boca del senador benidormí Agustín Almodóbar, tampoco se mordió la lengua, frente al silencio que mantuvo el principal agente económico implicado, la patronal Hosbec, que sí analizó el arranque del año.
«Como responsable de buena parte de la promoción turística, económica y del territorio de la provincia de Alicante, voy a luchar con todas mis fuerzas para defender uno de nuestros principales sectores y no voy a consentir más impuestos para los empresarios, que lo que necesitan son apoyo y no más presión fiscal para crear empleo y ganar en competitividad», explica César Sánchez, el cual recuerda que la eventual tasa turística (que supondrá unos ingresos anuales de 30 millones de euros, según ha calculado ya la Conselleria de Hacienda tal y como adelantó ayer este diario) choca frontalmente con la filosofía de la propia patronal hotelera para que les rebajen el IVA turístico a ellos y a los clientes.
El también alcalde de Calpe y, por tanto, gran conocedor del sector del ocio turístico cree que la ambigüedad que mantiene en las últimas semanas el Consell sobre este impuesto turístico como nueva vía de ingresos se debe a que «el presidente Puig ya tanteó con la Agencia Tributaria Valenciana y lo mismo con esta tasa porque tiene un modelo de gestión de la Comunitat Valenciana que es erróneo». «Es justo lo contrario, hay que bajar impuestos para ayudar a los empresarios a competir», añade. Preguntado por la posibilidad de que, finalmente los empresarios acepten esta tasa, como deslizan ya incluso desde la Conselleria de Hacienda, Sánchez subraya con contundencia: «En Hosbec están que trinan con el tema y así me lo transmiten, lo que quieren es una bajada del IVA turístico». Cree que aunque se trate solo de medio euro o de un euro por turista y pernoctación diaria, «se trata de una mala gestión que no ayuda al empresario a sostener el empleo, un empresario que quiere quitar trabas para seguir como lo ha demostrado siempre luchando y reinventándose y cuyos márgenes de beneficios ya están muy ajustados».
El PP provincial también arremetió ayer contra un proyecto tributario que cada vez parece más una realidad para el próximo año. El PP pidió a Puig que «olvide de una vez la tasa turística y se centre en lo importante, que es colaborar en generar recursos para el sector que lidera la creación de empleo».
El senador popular por la Provincia de Alicante Agustín Almodóbar quien, en la pasada legislatura, fue portavoz de Turismo del PP en la Cámara Alta y ayer participaba en una reunión de alto nivel sobre Turismo y Seguridad organizada por la Organización Mundial de Turismo, dijo que «hemos descubierto una cosa que ya todos sabíamos, que Ximo Puig está muy de acuerdo con la tasa turística».
«La Comunitat Valenciana no está en condiciones de gravar el turismo, porque perdería competitividad frente a otros muchos destinos de sol y playa». «La tasa turística es una herramienta impositiva que afecta negativamente a los destinos que tienen competidores con el mismo o similar producto», añade. Almodóbar cree que «la actividad turística aquí depende mucho de las touroperaciones. Es decir, de la negociación con el touroperador, que busca siempre el mejor destino al menor precio. Más que un valor se convierte en un déficit al negociar».
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