J. C. F.
Miércoles, 27 de enero 2016, 01:43
Para la actual cúpula del PPCV, con apenas unos meses de vida tras la caída de Alberto Fabra y la designación como presidenta regional de Isabel Bonig, lo ocurrido ayer se convierte en el primer gran problema con el que tiene que lidiar en su mandato. La número dos de Bonig, Eva Ortiz, y el presidente provincial el PP en Valencia, Vicente Betoret, comparecieron ayer ante los medios para confirmar la apertura de expediente a todos los detenidos.
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El gesto de convocar a los medios constituye una novedad para un partido al que, en muchas ocasiones, se le había criticado su incapacidad para dar la cara ante procesos judiciales que les afectaban directamente.
Para la dirección de Bonig, el de ayer es el primer gran problema judicial al que debe de hacer frente -la detención de Serafín Castellano y el ingreso en prisión del exconseller Rafael Blasco se produjeron antes de su llegada a la presidencia del partido-. Algún miembro de la cúpula popular vino a consolarse ayer con que ninguno de los actuales responsables de la dirección regional, ni de las provinciales, se haya visto salpicado. Con todo, la imagen de los populares valencianos vuelve a sufrir un revés significativo, que podría condicionar la oposición de los populares el resto de la legislatura.
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