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Eva María Lahoz
Viernes, 29 de enero 2016, 01:31
El equipo de gobierno esgrimió ayer el caso Imelsa y la reciente operación 'Taula' que afecta al PP de la Comunitat para desactivar al grupo municipal popular, que ayer se mostró bastante más incisivo en el Pleno que en sesiones anteriores y que controló el debate al sacar a relucir los temas más relevantes.
Fueron varias las ocasiones en las que los concejales del tripartito hicieron alusión a Imelsa y a la presunta corrupción del PP, pero la más sonada fue, sin duda, la intervención de la edil Marisol Moreno, que cargó con dureza contra el portavoz popular, Luis Barcala, por pedir su cese el mismo día en el que estallaba la polémica de la operación 'Taula'. Que fue un día después de que se conociese la condena a la concejal de Guanyar por un delito de injurias al Rey.
Moreno tomó la palabra para debatir una iniciativa del tripartito que pedía el cambio de la Ley de Seguridad Ciudadana y, airada, lo convirtió en un alegato personal de la libertad de expresión como derecho fundamental, «sin tener que ver con el buen o mal gusto» porque eso depende del receptor del mensaje, y que no debería ser criminalizada.
Espetó a Barcala que «si fuera coherente, se le caería la cara de vergüenza» por pedir que le retirasen las competencias por su condena, justo el mismo día en que se desarticulaba dentro del PP valenciano una «presunta organización criminal con 24 detenidos». A su juicio, el PP es «una organización podrida de arriba a abajo» y aprueba leyes como la de seguridad para mantener «sus privilegios».
El concejal popular Carlos Castillo, que le dio la réplica, destacó que Moreno «no tuvo tanta soberbia ante el juez» y calificó de «lamentable» que usase el Pleno «para lanzar un alegato en defensa y justificación de la conducta por la que ha sido condenada por la Audiencia Nacional».
Además, acusó al tripartito de «inactividad» y de batir un récord de «falta de propuestas» en el Pleno.
El edil aprovechó también para defender la ley de seguridad del PP y echó la vista muy atrás para recordar normas «mordaza» de Leire Pajín, José Luis Corcuera y Ángeles González Sinde. Lo que motivó que el alcalde, Gabriel Echávarri, ironizase con que al final, «la culpa siempre es de Pajín».
Por cierto que este punto, en el que el tripartito pedía la retirada de esta ley, acabó en otro rifirrafe con Ciudadanos, que pedía que se cambiase el texto de la declaración por contener errores, pero el alcalde se negó a hacerlo.
El «monólogo» de Moreno
Tras el Pleno, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, ironizó con que el Pleno había sido «el escenario para el monólogo de Marisol Moreno» y criticó «la manipulación de la declaración institucional para mostrar a la concejal como víctima de la libertad de expresión». Coincidió con Castillo en calificarlo de «espectáculo lamentable».
La concejal de Participación Ciudadana, Julia Angulo, también sacó a pasear Imelsa en el debate de una moción presentada por el PP en la que reclamaba una comisión para evaluar el traslado del Hotel de Entidades.
El popular Israel Cortés calificó de «desahucio» este traslado, lamentó las formas en las que se ha hecho y que haya asociaciones sin local porque el nuevo local de la calle Serrano, al que se han de ir, no es accesible.
Angulo utilizó el ataque como defensa y cargó contra el PP al que acusó de mantener 16 años la concesión del Hotel de Entidades con una empresa «denunciada varias veces por los trabajadores», con un coste de 90.000 euros y por no hacer accesible un edificio público.
«No nos carguen con sus errores», señaló Angulo, para después pedir a Cortés que, en vez de escribir artículos en prensa sobre el Hotel de Entidades, lo haga sobre «la corrupción de su partido en la Comunitat Valenciana y el 'yonqui del dinero'».
Echávarri, por su parte, tuvo dos encontronazos con el PP. Uno con el portavoz, Luis Barcala, en relación a la Zona de Gran Afluencia Turística y otro con Carlos Castillo, al negarse el PP a apoyar la moción estrella del tripartito, en concreto, del grupo socialista: la creación de un consejo sobre industria.
Este último punto salió adelante con los votos del tripartito y los de C's. Consiste en la creación de un foro con los grupos municipales, empresarios y representantes de la UA y la UMH (esta última se incorporó a petición de C's) para abordar fórmulas para recuperar el tejido industrial en la ciudad.
Echávarri defendió que las sociedades con industria soportan mejor las crisis, que este sector genera «empleo de calidad». Señaló que en Alicante «teníamos cierto tejido pero el cortoplacismo y la apuesta por la construcción acabó con él».
Ahora lo quieren recuperar y el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, destacó que se tendrá en cuenta la reserva de suelo industrial en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, ya que en el que se suspendió «todo lo fiaba a la especulación inmobiliaria».
«No más foros»
El PP se negó a apoyar la iniciativa por entender que «no hacen falta más foros que nos digan lo que ya sabemos», según Castillo. «Alicante no está para consejos», añadió. El concejal esgrimió una encuesta de la pasada legislatura realizada a 200 alicantinos, en la que destacó que el 23% apostaban por potenciar el turismo y que después iban otros sectores como el comercio. La industria solo la resaltaba el 8%.
El alcalde arremetió entonces contra el PP al asegurar que, con estas declaraciones, «se vislumbra la diferencia entre la derecha totalitaria y otros gobiernos». En su opinión, los populares «no quieren que venga nadie a explicar nada, porque tienen encuestas que dicen lo que quieren». Lamentó que las puertas del Ayuntamiento han estado «cerradas» más de 20 años y que Alicante «ni ha estado entre las opciones para establecerse» de las empresas. «Ustedes lo saben todo. Nosotros vamos a escuchar a todo el mundo», concluyó.
Los populares exigieron, por otro lado, saber cuándo se van a pagar las ayudas de XarxaLlibres. La concejal de Educación, María José Espuch, reconoció que el tripartito tiene «las manos atadas» hasta que no se apruebe el presupuesto para 2016. «Ya me gustaría a mí», dijo.
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