Entre bufones

Alicante, 1996. Una singular tribu aparecía por nuestra ciudad para llevarnos a otra época llena de juglares, de caballeros, incluso de sortilegios varios. El medievo llegaba a Alicante y lo hacía para quedarse. Por lo menos, durante veinte años. La proliferación de estos mercadillos ha sido elocuente, pero el gran mercado que suele visitarnos es aquel que se asienta en el Casco Antiguo de la ciudad entre mayo y junio. Lo hemos vivido después de Hogueras acompañando a la semana de fuegos artificiales en el Cocó. Y en los últimos años, justo antes de las fiestas del fuego, como preludio de la semana grande de la ciudad.

Aún sin entrar en números, ¿alguien duda del éxito de estos mercaderes? Todos llenamos las calles próximas al Ayuntamiento buscando el puesto de chocolate, los jabones, las pulseras hechas a mano o las típicas brujas que dan suerte en todos los aspectos de la vida. Y si encima contamos con este clima que te invita a pasear entre suelos llenos de paja y bufones de la Corte, el triunfo parece asegurado.

Pero he empezado a plantearme que a lo mejor debo vivir en un mundo paralelo o que veo las cosas bajo otro prisma. Debe ser cosa de la miopía o de las hojas del calendario que pasan inexorablemente. Daniel Simón, concejal de Cultura, del partido del 'inquisidor del velador', afirmaba que este mercado era una copia innecesaria del que se hace en Elche y que había que potenciar el de la ciudad vecina. Que no aportaba nada. Señor Simón, ¿lo dice usted por los entre 300.000 y 400.000 visitantes de nuestro mercado medieval? Sinceramente, ¿de verdad es usted consciente de lo que quiere? Cerrar un grifo a los alicantinos y ayudar a que todo el caudal vaya directo a Elche... Inaudito.

Bien por la reacción del alcalde, que aboga por mantenerlo y adjudicarse a sus concejalías la organización si fuera necesario. Más discrepancias entre el tripartito que no entiende nadie. Como lo que no entiendo son los requisitos que debe haber para entrar en el partido político Guanyar Alacant. Pavón, Marisol Moreno, Simón... Por cierto, si algún día me ponen una multa echaré mano de todos ustedes para recaudar fondos. Ya saben...