Niega que intentara matar a un jugador de baloncesto con una botella rota

Un joven ha negado hoy durante un juicio que intentara matar a un jugador de baloncesto que disputaba la Liga EBA con una botella de cristal rota en el transcurso de las fiestas locales que se celebran en noviembre de 2011 en la localidad alicantina de Alfaz del Pi.

La vista oral ha comenzado esta mañana en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante y se prolongará previsiblemente hasta el próximo jueves por la cantidad de testigos que han de ser interrogados.

"Nunca haría una cosa así y menos con una cosa tan peligrosa", ha afirmado el acusado, J.G.M., a preguntas de la fiscalía, que solicita provisionalmente para él una pena de ocho años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa.

El presunto agresor ha dicho no recordar nada de lo sucedido durante esa madrugada del 6 de noviembre de 2011, ya que había bebido entre "siete y diez cubatas de whisky", y sólo conserva "flashes" del momento de su detención por parte de la Guardia Civil.

El ministerio público sostiene que él y unos amigos suyos tuvieron un enfrentamiento previo con los del perjudicado, todos ellos jugadores del club de baloncesto de Alfaz del Pi, que en esa época disputaba la Liga EBA, en el interior de la peña festera "Descontrol", ubicada en la avenida de Murcia de este municipio.

Tras calmarse la situación, J.G.M., que tenía entonces 22 años, cogió una botella de cristal, la rompió contra la barra de servir bebidas del establecimiento y salió con ella a la calle.

Una vez en el exterior, se dirigió a uno de los jugadores y le clavó el cristal en el cuello, según la versión de la fiscalía, para la que la agresión fue "totalmente gratuita", ya que ambos no se conocían de antes.

El deportista sufrió graves heridas que le hubieran provocado la muerte de no recibir asistencia sanitaria urgente y que tardaron en curar 71 días, de los cuales 16 fueron de estancia hospitalaria.

Tanto el perjudicado como uno de sus compañeros han afirmado esta mañana que reconocieron en su día, "sin lugar a dudas", a J.G.M. como la persona que atacó al primero de ellos.

"No crucé ninguna palabra ni discutí con él. Vino hacia mí, me amenazó y me soltó un puñetazo, aunque luego vi que me había cortado el cuello, la cara y la oreja con algo. Yo creo que se equivocó de persona porque no lo conocía absolutamente de nada", ha declarado el agredido.

Uno de sus compañeros ha relatado que vivieron "momentos críticos y angustiosos" al comprobar que a la víctima se le caía "un trozo de la cara" tras la agresión y ha añadido que familiares y conocidos del acusado, entre ellos su madre, les "amenazaron de muerte" con posterioridad para que no lo delataran.