Borrar
Urgente La Primitiva de este lunes deja tres premios de 35.758,38 euros
La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ayer junto a Alejandro Font de Mora.
Rita Barberá se enroca a pesar de la presión de todo el PP

Rita Barberá se enroca a pesar de la presión de todo el PP

La dirección nacional espera que aclare su propia situación cuanto antes tras la imputación de todo su equipo municipal

N. VEGA/M. H.

Miércoles, 3 de febrero 2016, 01:37

El silencio de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá comienza a ser atronador en el partido. Todos en el PP, nacional o regional, creen que la actual senadora territorial debe explicar la situación por la que atraviesa el partido en la ciudad, con la imputación de casi todos los concejales y asesores que formaron parte de su lista electoral y de su gobierno en la pasada legislatura. Pero, Barberá sigue enrocada, a pesar de que el magistrado que instruye la causa continúa con sus instrucción

La exalcaldesa se ha quedado sin red. La dirección del PP, que báscula entre el respeto a la presunción de inocencia y la necesidad de proyectar una imagen limpia del partido, optaron ayer por dejar sola a Barberá en su defensa personal. La cúpula de los populares, en permanente contacto con quien es además senadora del partido, redobló su presión sobre la dirigente para empujarle a dar explicaciones, cuando, además, planea la necesidad de que adopte una decisión sobre su futuro una vez conocido que su todo el grupo municipal que lideraba está siendo investigado en el caso Imelsa.

Después de que los concejales del PP en el Ayuntamiento valenciano fueran citados a declarar por el presunto cobro de comisiones y la supuesta financiación ilegal de la formación, hay cargos en el partido que empiezan a cuestionarse si quien fue la alcaldesa pudo mantenerse al margen del nuevo escándalo de corrupción que ha vuelto a poner el foco en los populares.

Sin estar Barberá imputada ni llamada a declarar, la cúpula del PP intenta mantener la prudencia y se mueve con pies de plomo cuando se trata de decidir sobre quien ha sido un referente para el partido y para el presidente, Mariano Rajoy. Pero los tiempos mandan, y en plena negociación para conformar el próximo Gobierno y cuando se desconoce si se repetirán las elecciones, los populares son conscientes de que esta vez no se pueden permitir ni actitudes dubitativas ni errar en su respuesta.

La dirección negocia en las últimas horas con Barberá para ahorrarse y ahorrarle que el partido tenga que llegar a actuar contra ella. El primero en instarle públicamente a comparecer fue el vicesecretario de Organización del PP. Fernando Martínez-Maíllo señaló el pasado lunes, tras la reunión de dirección presidida por Rajoy, que es la senadora quien tiene que «dar explicaciones» y anticipó que lo haría a través de los medios de comunicación.

A la tesis de Martínez-Maíllo se sumaron ayer otros dirigentes como el portavoz parlamentario de los populares, Rafael Hernando, que advirtió además de que ya se han tomado decisiones «serias» y «graves», como suspender de militancia a los populares detenidos o aprobar que se imponga una gestora para hacerse con el grupo municipal en la ciudad valenciana. Declaraciones como las de la vicepresidenta primera del Congreso pusieron, además, en evidencia la soledad de Barberá. Celia Villalobos se zafó de las preguntas acerca de su compañera de filas recurriendo a que «eso es problema de Rita Barberá». E incluso la presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró no conocer su «gestión de cerca». «Yo sé lo que haría yo», contestó al ser preguntada sobre si la exregidora debería dejar su escaño en el Senado. Cristina Cifuentes es partidaria, en cualquier caso, de eliminar los «privilegios» con una reforma legal, de manera que los diputados, consejeros o presidentes autonómicos dejen de estar aforados y puedan ser juzgados en tribunales ordinarios como el resto de ciudadanos. Por otro lado, hoy insistió en la evidencia de tener que emprender una «regeneración absoluta, completa» en el PP valenciano.

Ya nadie se atreve a sostener en público que la senadora esté totalmente limpia, como sí defendió el presidente del Gobierno en funciones el pasado miércoles. Y lo que se da por hecho es que la apertura de una investigación sobre Barberá cambiaría por completo la cautela del partido. De hecho, anoche Rajoy ya no pronunció esas palabras y reconoció que Barberá recibirá «el mismo trato que cualquier otro militante» y su situación estará sujeta a lo que decida la organización regional «a la vista de la situación judicial de cada uno de los investigados».

En este sentido, la presidenta del PP de la Comunitat, Isabel Bonig, también insistió ayer en que la exalcaldesa de Valencia debe salir cuanto antes a dar explicaciones.. «Si yo fuera Barberá me habría explicado ya», dijo. Pero Bonig recordó que ella depende del Senado y acusó a los grupos que sustentan al Consell de querer convertir Les Corts «en un espectáculo» para «desviar la atención de sus responsabilidades de gobierno» aunque reconoció que «hay que dar la cara» y, respecto a la actitud del partido con Barberá, aseguró que tendrá que asumir las responsabilidades políticas si se demuestra su implicación.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Rita Barberá se enroca a pesar de la presión de todo el PP