El PP urge al pentapartito a solventar las carencias de luz en la Plaza de la Ermita

La concejal del grupo municipal del Partido Popular, Sandra Sánchez, volvió a referirse ayer al estado de la Plaza de Oriente, también conocida como Plaza de la Ermita. La edil ya hizo públicas hace unos días sus quejas al respecto e incluso formuló una pregunta sobre este asunto en el último Pleno ordinario alertando del mal estado del alumbrado público «por el que podía exponerse especialmente a los niños que frecuentan la plaza a riesgos por contactos eléctricos con cables del alumbrado».

Sandra Sánchez recordó que en la sesión el alcalde contestó haciendo referencia «con papel en mano del accidente que se había producido en el año 2014 por contacto eléctrico de un niño con un elemento del párking y se comprometió a que al día siguiente quedaría todo solucionado y los riesgos serían eliminados». La edil popular incidió ayer en el malestar de los vecinos y aseguró que «en la noche del lunes el estado de la Plaza de Oriente era todavía peor que el día del Pleno pues ahora además hay diez luminarias apagadas y los riesgos continúan, además de haber suciedad y pintadas en el suelo, la fachada del templo o en los bancos».

Por otra parte el también concejal del PP, Luis María Pizana, señaló que «después de cincuenta días de espera para tener acceso a los expedientes de las fiestas patronales, el pentapartito ha facilitado el mismo pero solo a los tramitados por el Ayuntamiento y no por el Instituto Municipal de Cultura». Pizana precisó que entre la documentación «se ha podido comprobar que todos los técnicos municipales han informado aparentemente sin dilación y sin cambios de criterio». Tras su examen el edil dijo que las fiestas patronales «se hicieron sin contrato alguno, otorgando a dedo por completo la prestación de servicios a empresarios que han sido crucificados por el propio PSOE y los principales miembros del pentapartito durante los últimos años». También resaltó que en la documentación analizó «la contratación de un concierto al que solamente acudieron cien personas y que costó 18.000 euros en el que el caché de los artistas que participaron en el mejor de los casos apenas superaba los mil euros».