A. RALLOJ. C. FERRIOL
Jueves, 11 de febrero 2016, 01:57
Quizá no fue Serafín Castellano el único conseller que cayó en las redes de Vicente Huerta, el dueño de Avialsa que agasajaba a diferentes cargos públicos con jugosos regalos para tratar de que su comportamiento se alejara de la honradez que debe presidir la gestión de dinero público.
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