Esther Brotons
Viernes, 12 de febrero 2016, 00:39
La ciudad volverá el próximo curso a regirse por las zonas de influencia para la admisión de alumnos en los centros educativos. Tras la derogación del distrito único decretada por la Conselleria de Educación, el Consejo Escolar Municipal aprobó ayer un cambio en la planificación, pero después de un debate prolongado e intenso y con una votación dividida.
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Con once votos a favor y diez en contra, salió adelante la propuesta para que Alicante pase a tener nueve distritos escolares frente a los dos (y uno más mixto) con los que hasta ahora cuenta. Desde la concertada mostraron su malestar y la presidenta de Concapa, Julia Llopis, anunció ayer que estudian un recurso o impugnarlo porque la información con la propuesta «no se recibió en tiempo y forma».
La iniciativa contó con el apoyo de la concejal de Educación y presidenta del consejo, María José Espuch, de la edil de Juventud, Marisol Moreno, de los sindicatos CC OO, Stepv y UGT, los directores de Primaria y Secundaria y representantes de la Inspección de la Conselleria. En contra votaron las Ampas de la provincia Escuela y Familia (Concapa), los centros privados y los sindicatos Fsie y USO. Los tres miembros representantes de la Fapa Gabriel Miró se abstuvieron.
Con este cambio, para la concejal de Educación se acaba con los privilegios que hasta ahora tenía la concertada y el objetivo «es tratar por igual a los centros sostenidos con fondos públicos; los trajes a medida se han acabado», aseguró.
Las familias de los distritos podrán elegir entre pública o concertada y castellano o valenciano, defendió la edil, quien insistió en que hay que «avanzar hacia la igualdad de oportunidades» y «dejar atrás el fomento del elitismo y las ventajas para los centros concertados que están sostenidos con fondos públicos en detrimento de la educación pública». Un distrito único que «perjudicaba» a familias con menos posibilidades económicas y al alumnado con necesidades especiales.
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El secretario general de la Federación de Enseñanza del sindicato CC OO, Francisco García, aplaudió que se vuelva a hacer una planificación porque es la manera de garantizar la libertad de elección. Con el modelo del distrito único, el sindicalista aseguró se estaban creando centros de elite y eran los colegios los que elegían al alumnado. García se refirió a la información que se dio ayer en el consejo escolar y que mostraba que la red pública asume la escolarización del alumnado con problemas o necesidades educativas. En la nueva planificación se han tenido en cuenta criterios de «equidad y proximidad», señaló García, quien recordó que el distrito único era una «jungla» y la libertad de elección hasta ahora una «falacia».
Por contra, la presidenta de Concapa, Julia Llopis, criticó que con las zonas de influencia se intenta «llenar las escuelas que no tienen niños», sin tener en cuenta la calidad y recortando la libertad de las familias para elegir centro.
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«Aquí no se habla de calidad, se habla de cantidad», denunció Llopis, quien añadió que hay zonas donde, además, solo se puede elegir entre dos colegios. «Van contra la concertada y pensamos recurrirlo o impugnarlo», afirmó.
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