Eneas G. Ferri
Domingo, 14 de febrero 2016, 01:04
La historia de El Taller de Piñero nació, como tantas otras, de una afición de infancia y juventud convertida y reconvertida con los años y la necesidad de conseguir dinero. Desde niño, José Miguel Piñero dibujaba, no hacía como el resto de niños y en lugar de jugar a fútbol o practicar judo se dedicaba a visitar la Escuela de Artes y Oficios de Alcoy para ver qué podía aprender. Aquellos dibujos de infancia han culminado en la empresa de dirige y que, desde un polígono industrial de Alcoy, es la fábrica donde toman forman las ideas de algunos de los mejores genios internacionales de la cocina.
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Ferran Adrià, David Muñoz o Alberto Chicote, entre otros, piden al empresario y artista alcoyano que dé forma a las vajillas que sus respectivos equipos diseñan para sus restaurantes, de la misma manera que encargan determinados detalles de la decoración de los locales donde trabajan o de otros locales en los que ejercen de asesoramiento.
El Taller de Piñero es una empresa labrada en 24 años de historia en Alcoy. En principio, su director, José Miguel Piñero, se dedicaba a la pintura temática de locales de restauración y ocio y poco a poco crecieron sus creaciones en volumen hasta crear auténticas escenas de otras épocas en grandes salas como una discoteca de varias plantas.
A raíz de estos locales fue ampliando su clientela y la calidad de sus trabajos le llevó hasta los más conocidos creadores de la cocina, vanguardistas no sólo en el bocado sino en el ambiente para disfrutarlos. Actualmente, uno de los proyectos que lleva a cabo es de la decoración y la vajilla del restaurante Heart, que dirigido por los hermanos Adrià, Albert y Ferran, es un local donde también interviene El Circo del Sol. En su terraza, además del mobiliario, la empresa alcoyana ha creado un gran árbol artificial en el centro.
Precisamente, en el restaurante Tickets, dirigido en Barcelona por Albert Adrià y especializado en tapas, el artista alcoyano también ha dejado su sello en la decoración creando el decorado de la sección de postres, llamado 'La Dolça', donde colocó más de mil piezas que imitan a frutas del techo de la sala.
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Fue para una reunión de trabajo, pero la estancia de Ferran Adrià en Alcoy el pasado fin de semana causó sensación y lo medios locales se hicieron eco de los lugares por los que pasó, los restaurantes que visitó y el hotel en el que se hospedó. Este activo fin de semana del considerado mejor chef del mundo durante varios años fue debido a que aprovechó la reunión con Piñero para conocer de primera mano la zona y la gastronomía local.
Otro de los chefs prestigiosos para los que ha trabajado es David Muñoz, creador del restaurante DiverXo. Conocida la manera exigente y perfeccionista del chef madrileño a raíz de un reciente programa de televisión, con Piñero no tuvo problema. Al contrario, «cuando tuvimos una reunión para mostrarle lo que podíamos hacer con su vajilla, su mano derecha me dijo que se le había iluminado la cara, que cumplíamos sus expectativas. Cuando se la entregamos, me escribió un mensaje diciéndome que nuestro trabajo era como un regalo para él y dándonos las gracias», explica el empresario alcoyano.
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Junto al chef Dani García ha trabajado de distintas maneras, aunque una resulta especialmente curiosa. Además de dar forma a su vajilla y a parte de la decoración en uno de sus locales con «unas patas gigantes de pulpo», el cocinero malagueño encargó a El Taller de Piñero «el cotillón de fin de año», concreta.
El que probablemente sea el chef más televisivo, Alberto Chicote, también ha estado en la agenda de clientes de la empresa alcoyana. Además de crear parte de la vajilla para su restaurante Yakitoro, el cocinero encargó la decoración de uno de los restaurantes que el famoso chef madrileño reforma dentro de su programa 'Pesadilla en la cocina'. «Como se ve en el programa, se hace la reforma en poco tiempo, muy a contrarreloj. Uno de los compromisos de la empresa es que tenemos como producto la realización de la decoración del local en seis días. Desplazamos el equipo y lo hacemos, aunque es mejor para el cliente que tengamos tiempo, como es normal», comenta Piñero.
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Aunque el trabajo junto a grandes chefs, especialmente con la fabricación de sus vajillas, ha supuesto un punto y aparte para la empresa en el último año, su actividad a gran escala es la creación de la decoración integral de restaurantes y locales de ocio.
En este aspecto, El Taller de Piñero ya ha traspasado fronteras y ha trabajado en países como Suiza, Croacia o Marruecos, entre otros. En Ginebra, Suiza, tienen su propio córner en un muestrario internacional de este tipo de trabajos. En Croacia participan en una feria del sector desde hace varios años y en Marruecos decorarán próximamente el restaurante de un lujoso hotel.
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Otros trabajos destacados, entre los cientos de locales decorados por El Taller de Piñero, son los realizados en la discoteca Teatre, de Murcia, el restaurante El Estero, en un lujoso resort de Punta Umbría, o el pub The Glory, en Alcoy, que simula una abadía medieval.
«Comencé dibujando de niño. En el servicio militar me destinaron al Museo Naval y allí conocí a un amigo con el que empecé a pintar paredes en los bares. Después volví a Alcoy y seguí con el trabajo, creció con el volumen y ahora tenemos una empresa que puede dar forma a casi cualquier cosa en muchos materiales», relata el empresario.
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Situada en un polígono de Alcoy, El Taller de Piñero abarca seis naves que forman un espacio de 8.000 metros cuadrados. Su equipo de escultores, carpinteros, dibujantes, pintores, especialistas en distintos materiales y técnicos de distintas máquinas alcanza el medio centenar en temporada alta.
Una de las curiosidades que sirvió a El Taller de Piñero para dar personalidad y fama fue la creación «involuntaria», indica el creador, de un sello que se ha instaurado como propio en la ciudad de Alcoy.
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«Cuando surgió la moda de poner pegatinas del toro español o el burro catalán, hace años, decidimos hacer un caracol alcoyano para seguir la broma. Imprimimos las pegatinas y sin quererlo acabó por ser un sello de la ciudad, porque la gente se la ponía en muchos lugares y los locales querían que se lo dibujásemos», comenta Piñero.
Llega a tal punto la moda de los 'carakoles', como los llama la empresa, que en cada trabajo que realizan los utilizan como firma artística y, además, ha dado para muchas otras versiones. El Taller de Piñero regala a algunos de sus clientes un caracol de gran tamaño tematizado con los colores de la empresa.
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En Alcoy, cada filá de las fiestas de Moros y Cristianos tuvo su caracol personalizado con los colores del traje oficial con el que desfilan e, incluso, el Ayuntamiento del municipio encargó un caracol con los colores del Club Deportivo Alcoyano para obsequiar al Real Madrid cuando coincidieron en una eliminatoria de la Copa del Rey de Fútbol, en noviembre de 2013.
Esta forma de manifestar el arte sobre un soporte de caracol fue utilizado por Piñero para crear una exposición con artistas locales. Nombres como Arjona o Millán, junto al conocido Antoni Miró, ilustraron sus respectivos caracoles con su arte.
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La moda de los 'carakoles', en su forma de regalo, ha sido extendida por Piñero mediante sus clientes y amigos y conocidos, por lo que estas singulares creaciones se pueden ver en emblemáticos restaurantes de conocidos chef como los de Arzak, El Celler de Can Roca, de los hermanos Roca, Tickets de Albert Adrià, Yakitoro de Alberto Chicote, Bibo de Dani García, DiverXo de David Muñoz o El Bohio de Pepe Rodríguez.
Las singulares esculturas de caracoles sirvieron, incluso, como renos de Papa Noel en otro de los proyectos que lleva a cabo la empresa. Cada año, con la colaboración del Ayuntamiento de Alcoy, El Taller de Piñero instala en la Plaza de España de la localidad un decorado significativo de la Navidad para que los alcoyanos y los muchos visitantes que llegan a la ciudad para disfrutar de la trilogía de fiestas navideñas del municipio se puedan retratar. Papa Noel con renos 'carakoles', los pajes de la cabalgata de los Reyes Magos, o una escena del Belén del Tirisiti han ilustrado los recuerdos navideños de miles de personas.
En forma de vajilla o de decorado, las ideas de los genios o los sueños de los empresarios toman forman en El Taller de Piñero. Y por el resultado que ofrecen, parece incluso que a veces vayan a tomar vida y salir de las paredes, el techo o el mobiliario.
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