Tregua para seguir de ocupa

Piedad, una alicantina que ocupó hace nueve años una vivienda vacía de un banco, ha conseguido una tregua de dos meses. Ese es el tiempo que ayer le concedieron tras lograr la plataforma Stop Desahucios-PAH que se paralizara su inminente desalojo. Un tiempo en el que intentará no quedarse en la más absoluta exclusión social.

Según explicaron ayer miembros de la plataforma, Piedad, con cerca de 45 años, se quedó en 2007 sin recursos y entró en una casa abandonada de una sucursal, que carecía de ventanas y estaba deteriorada. No tenía dónde ir y fue arreglando la vivienda como pudo, mientras sobrevivía con mínimos ingresos limpiando escaleras o cuidando a personas mayores. Este año se le termina la ayuda de la RAI.

Miembros de la plataforma se atrincheraron a primeras horas de la mañana de ayer en la vivienda para impedir el desalojo. Según informaron, se ha intentado en varias ocasiones acordar un alquiler social sin obtener respuesta cuando la casa «no tiene el menor interés» para el banco. «¿Para qué la quiere y se la va a volver a dejar vacía?», se preguntaron miembros del colectivo. En estos dos meses volverán a insistir con Asuntos Sociales y el Patronato Municipal de la Vivienda para buscar una solución y un alquiler social que solo podría ser con un precio de 50 a 100 euros.

El caso de Piedad no es único. Desde la plataforma advirtieron de que hay más personas que se han visto obligadas a entrar en viviendas vacías ante la imposibilidad de acceder a alquileres que rondan los 300 euros y con fianzas. «Ahora mismo lo que nos llega son casos de avalistas y desalojos por ocupación», señalaron.