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Profesionales sanitarios asisten ayer a la primera sesión organizada en el Hospital de Sant Joan.
Empieza la formación para combatir al zika

Empieza la formación para combatir al zika

Resuelven dudas a sanitarios del departamento de Sant Joan

Esther Brotons

Jueves, 18 de febrero 2016, 01:31

La prevención y la formación sobre el zika han comenzado. Profesionales del departamento de salud de Sant Joan participaron ayer en la primera sesión multidisciplinar para resolver dudas y saber cómo actuar ante el virus. Se reunieron en el hospital, que siempre ha sido referente en la provincia cuando se han producido crisis sanitarias como la del ébola.

La declaración de «emergencia sanitaria» por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) obliga a los trabajadores a 'ponerse las pilas' ante la epidemia que existe en Latinoamérica. Aunque el riesgo de contagio en España es muy bajo, el responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de Sant Joan y moderador de la jornada, el doctor José María Cuadrado, reconoce que es previsible la importación de casos, sobre todo, en verano, tal y como ya advirtieron desde el Ministerio de Sanidad. Además, no hay que olvidar que el mosquito tigre (que puede transmitir la enfermedad) está presente en la Comunitat. «No hay que generar alarma, pero también hay que estar informados y buscar los casos», señala Cuadrado.

La posible relación entre el zika y el incremento de las tasas de microcefalia ha generado la alerta de la OMS. Según el pediatra César Gavilán, la microcefalia es una condición que no implica en sí misma que exista una enfermedad. «Una de las exploraciones que realizamos los pediatras en las primeras 24 horas de vida de los recién nacidos consiste en medir el perímetro cefálico. Por debajo del percentil 3 consideramos que se trata de una microcefalia, lo que va a requerir un estudio completo y un seguimiento para determinar si es o no patológica». Las causas pueden ser múltiples: genéticas, malnutrición materna, infecciones de la madre como varicela o rubeola... «Los pediatras tenemos que incluir en nuestro día a día la sospecha de zika atendiendo a dos situaciones: cuando el niño presente microcefalia y la madre haya estado recientemente en una zona de riesgo y cuando el niño tenga una apariencia sana, pero su madre haya estado diagnosticada de la infección por el virus durante el embarazo», señala el pediatra.

En un 75-80% de los infectados, los síntomas suelen ser de intensidad leve y corta duración (entre dos y siete días). «El más frecuente es la fiebre», sostiene el doctor Francisco Jover, adjunto de la unidad, «habitualmente por debajo de los 38.5ºC». Puede ir acompañado de dolores musculares y articulares con inflamación leve de articulaciones, sobre todo de las manos y los pies, y aparecer una erupción maculopapular que suele comenzar en la cara y luego extenderse al resto del cuerpo. Otros síntomas frecuentes son la conjuntivitis (sin presencia de pus), vómitos, dolor abdominal, diarrea, cansancio y dolor de cabeza, a veces por detrás de los ojo.

No hay un tratamiento específica. La única receta es reposo relativo, hidratación y paracetamol, pero se recomienda «evitar la aspirina y otros antiinflamatorios como el ibuprofeno hasta haber descartado la posibilidad de que se trate de dengue para evitar un eventual riesgo de hemorragia», puntualiza Jover.

La sospecha del virus es para pacientes que presenten estos síntomas y que hayan viajado a las zonas de riesgo en las dos semanas previas a la aparición de la enfermedad. Según la jefa del Servicio de Microbiología, la doctora Victoria Ortiz de la Tabla, «es muy importante hacer un diagnóstico preciso y seguro diferenciando este virus de otros muy parecidos y que existen en las mismas áreas geográficas».

Sin vacuna ni profilaxis, en las zonas donde existe transmisión -añade la responsable del servicio de Medicina Preventiva, María Teresa Gea- «hay que evitar las picaduras de mosquitos poniendo el aire acondicionado o mosquiteros en ventanas y puertas, utilizando camisas de manga larga y pantalones, y repelentes de insectos»».

A las embarazadas o a las mujeres que estén intentado ser madres se recomienda posponer el viaje a estas zonas y si no es posible, seguir la medidas preventivas contra la picadura de mosquitos. El jefe del servicio de Obstetricia y Ginecología, Francisco Quereda, también aconseja que a la vuelta del viaje informen a su médico «de la estancia en estos países para que se pueda hacer una adecuada evaluación y seguimiento del embarazo según proceda». A los viajeros que acudan a las zonas deberían ir antes a los centros de vacunación internacional.

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