El Ayuntamiento alegará si Ikea decide instalarse en el IFA Arena

El equipo de gobierno municipal de Alicante se opone frontalmente al proyecto de Ikea tal y como está concebido, con un centro comercial anexo de más de 30.000 metros cuadrados, y ni siquiera la idea de llevarlo a los terrenos de IFA, como quiere la Generalitat, les va a parar en esta postura. Desde la Concejalía de Urbanismo, que dirige Miguel Ángel Pavón, creen que podría llevarse a cabo o, por lo menos, sin oposición del Ayuntamiento de Alicante.

El proyecto inicial que conlleva Ikea obligaría a modificar el actual plan especial de la Institución Ferial Alicantina, según las primeras consultadas realizadas a los técnicos, para lo que es necesario contar con la aprobación de los municipios límitrofes como es Alicante de Elche. El Ayuntamiento se negaría en principio a modificar el plan para adaptarlo a las necesidades de la multinacional sueca, explicaron fuentes municipales a este periódico, por lo que comenzaría una batalla legal igual que la que lleva Alicante los últimos años para que se modificara el proyecto.

Si, finalmente, se llevara a cabo este cambio de usos en el ordenamiento del recinto ferial, el Ayuntamiento alegaría y después se pensaría si tomaba alguna otra medida, en función de las respuestas de la Conselleria de Obras Públicas, Vivienda y Vertebración del Territorio que dirige la socialista María José Salvador. Es muy pronto todavía para entrar en más detalles, toda vez que desde Ikea negaran a este periódico la semana pasada que se hubieran puesto en contacto con ellos para ofrecerles esta posibilidad. Sin embargo, en el Ayuntamiento ya han dado los primeros pasos para oponerse. Por si acaso.

La operación, avanzada por este periódico, es que Ikea se fuera a los terrenos de IFA Arena y, a cambio, en la Ciudad de la Luz se instalaría un nuevo recinto ferial. El precio serían unos cien millones de euros, según explicaron a este diario fuentes conocedoras de la oferta.

De esta manera, el equipo de gobierno continúa con las directrices que han mantenido junto con el tejido comercial y asociativo de la ciudad de rechazar el macrocentro de Ikea. En las últimas alegaciones presentadas en julio ya se hablaba del impacto «supramunicipal» de la actuación, que afectaría no solo a la capital provincial, sino prácticamente a toda la provincia. Es decir, entienden que cualquier actuación comercial junto con la tienda de muebles crearía un 'tapón' para los visitantes al casco urbano tanto de Alicante y Elche y vaciaría la ciudad igual que si estuviera puesta en Rabasa, lugar que prefiere la compañía. De momento.

Las asociaciones de comerciantes, por ahora, también se mantienen en su postura resumida en el lema: 'Ikea sí, macrocentro, no'.

A la espera

El Ayuntamiento se mantiene a la expectativa de la decisión de la Conselleria de Obras Públicas, aunque esperan que los últimos informes que faltan sean negativos a la instalación de Ikea en Rabassa. Hasta entonces, como ha manifestado el alcalde de Alicante, no moverán ficha.

El área de Planeamiento de Urbanismo está buscando alternativas a Rabasa para ofrecerles a la empresa en caso de que no les posible instalarse allí, aunque en el Ayuntamiento son muy discretos y quieren que sean los representantes de la multinacional quienes los conozcan primero.

Un primer proyecto sería que Ikea se ubicara en los terrenos de la Ciudad de la Luz, donde hay metros de sobra y con buenas comunicaciones por carretera. Fue el portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, quien le presentó al regidor, Gabriel Echávarri, este estudio avalado por profesores de la Universidad de Alicante. También es el preferido por algunos ilustres socialistas que achucan al alcalde para que no deje escapar Ikea a Elche. Por la posición del Ayuntamiento es posible que la multinacional sueca no se instale en ningún lado si no se modifica el proyecto coemrcial, que es a lo que se opone el Ayuntamiento.