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Susana Díaz y Ximo Puig, ayer sobre el escenario del acto que los andaluces celebraron en MIslata.
Ximo Puig se alía con Susana Díaz y reclama ahora un 65% de la deuda histórica

Ximo Puig se alía con Susana Díaz y reclama ahora un 65% de la deuda histórica

Defienden que las autonomías condonen parte de los préstamos del FLA para paliar su infrafinanciación pero solo a partir de 2009

F. RICÓS

Lunes, 22 de febrero 2016, 00:39

La celebración del Día de Andalucía, una semana por adelantado, propició la primera visita de la presidenta de la región con más población de España, Susana Díaz, al Palau de la Generalitat ya con Ximo Puig de inquilino. Poco antes de acudir al acto festivo que tuvo lugar en el pabellón cubierto de la Canaleta, en Mislata, Puig y Díaz mostraron su complicidad en la sede del Gobierno valenciano después de que el pasado jueves el Ejecutivo andaluz y el aragonés exhibieran su rechazo a que Pedro Sánchez, candidato a presidir el Ejecutivo de la nación, allane su camino hacia La Moncloa aceptando pagar los 16.000 millones de la deuda histórica de la Comunitat que le exigen los cuatro diputados de Compromís para apoyar su investidura.

Con la pelota en el tejado de Puig, situado entre espada y la pared a la hora de pronunciarse a favor de sus socios en la Generalitat, el respaldo a Pedro Sánchez o el apoyo a la líder andaluza del PSOE a la que han convertido en alternativa potencial al secretario general del PSOE, el de Morella optó por el camino de la alianza con quien más complicidades tiene. Ximo Puig anunció la alianza con Susana Díaz y presentó una iniciativa conjunta por la que plantean que el Gobierno perdone a las comunidades infrafinanciadas la parte del Fondo de Liquidez Autonómica equivalente a esa falta de financiación.

La condonación abarcaría desde que se puso en marcha el actual sistema de financiación, en 2009, hasta ahora. La Comunitat Valenciana deja de percibir al año alrededor de 1.300 millones de euros anuales porque la dotación per capita que le da el Gobierno central se sitúa por debajo de la media española. Eso hace un total de 10.400 millones de euros, alrededor de un 65% de la deuda histórica, concluyen desde el Palau, satisfechos porque han dejado de estar solos en una reclamación al próximo Gobierno y porque ven más posibilidades en poder conseguir esos más de 10.000 millones de euros ahora y dejar los casi 6.000 restantes para mejor ocasión. ¿Renuncia? No, pero de momento, a tratar de que se cumpla el compromiso que apoya Susana Díaz. Habrá que ver cuál es la posición que adopta Compromís.

Una inyección económica que, según reconocieron fuentes de Presidencia de la Generalitat, iría actualmente más que bien a las hambrientas arcas valencianas. «Nos daríamos con un canto en los dientes si recibiéramos ahora ese dinero», indicaron en el Palau.

Esa cantidad vendría a paliar poco más de la mitad de la denominada deuda histórica, que asciende a 16.000 millones de euros. Una deuda histórica del Gobierno central con los valencianos que el Ejecutivo andaluz, al igual que el presidente de Aragón, ya descartaron que la cobre la Generalitat y que Susana Díaz, ayer mismo y delante de Ximo Puig circunscribió exclusivamente al plan de condonación parcial del FLA anunciado en el patio gótico del Palau a pesar de que esa deuda histórica se arrastra desde 2002 e incluso desde antes.

Se da la circunstancia de que Andalucía ya cobró su deuda histórica cuando Rodríguez Zapatero era presidente del Gobierno de la nación, mientras que la Comunitat Valenciana ha seguido aumentando año a año el montante de la infrafinanciación, entre otras cuestiones porque los últimos Gobiernos, hayan sido del color que fuere, no ha contemplado que en tierras valencianas viven cinco millones de personas y no cuatro, que es el número de habitantes por el que a los valencianos se les asigna la dotación del Ejecutivo central.

Pese a la aparente complicidad que se respira entre Puig y Díaz, el presidente, no obstante, sí que indicó que la Generalitat seguirá reclamando la deuda histórica «de manera unilateral», aunque, de momento, el Ejecutivo valenciano se daría por satisfecho si le condonaran esos más de 10.000 millones de euros, que sería como eliminar de un plumazo la cuarta parte de su deuda.

La Comunitat acumula una deuda de 40.000 millones de euros, un 60% de la cual corresponde al FLA y otras aportaciones del Gobierno que han ayudado a subsistir a la autonomía valenciana durante los años de la crisis económica.

El jefe del Consell indicó que la fórmula de condonación de la deuda del FLA «es una manera de reconocer que ha existido una discriminación objetiva en materia de financiación» y que, además, «no busca el enfrentamiento entre territorios», que es lo que suele suceder a la hora de negociar un nuevo sistema de financiación, puesto que las autonomías a las que mejor trata el actual sistema, como puede ser Cantabria, Galicia, Extremadura o Castilla-León, no quieren ceder un ápice de la dotación que perciben a las comunidades peor financiadas.

Ximo Puig aclaró que se trata «de un instrumento compensatorio novedoso y capaz de ir avanzando hacia al objetivo de equidad». En este sentido, Puig defendió que se deben buscar soluciones que unan y estén basadas en los principios de justicia e igualdad, que permitan mejorar los servicios públicos fundamentales «de todos los españoles».

Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, afirmó que este mecanismo de condonación parcial de la deuda generada por el FLA «compensa, es inmediato» y si existe voluntad política «se podría poner en marcha ya mismo».

La presidenta andaluza afirmó que no solo se trata de una reivindicación de la Comunitat Valenciana y de Andalucía, sino también de todos aquellos territorios que, por una mala aplicación del actual modelo de financiación, buscan recursos «para pagar la educación, la sanidad, la dependencia y los servicios públicos fundamentales».

Además, aclaró que no se tratará de una cantidad calculada grosso modo, «sino que estará cuantificada en función de lo que cada territorio haya dejado de percibir en relación con la media estatal».

El déficit de 2015 se dispara

Vicent Soler, conseller de Hacienda, indicó con posterioridad que habrá que ajustar la cifra de los 10.400 millones de euros porque las desviaciones del déficit son diferentes cada año y puso como ejemplo el de 2015 que va a ser «mucho mayor de lo que se pensaba», avanzó.

La última aportación que ha recibido la Comunitat Valenciana por el FLA asciende a 1.430 millones para la desviación del déficit de 2014, según Soler. La desviación de 2015 se conocerá el 31 de marzo.

La Comunitat Valenciana, Cataluña, Murcia, Andalucía, Baleares e incluso Castilla-La Mancha son las comunidades que no pueden esperar al cambio del sistema de financiación, indicó el conseller.

Respecto al nuevo sistema de financiación, la propuesta que defiende el presidente Puig «es abierta» y aboga por la implantación de «instrumentos de solidaridad que garanticen la cohesión», como fondos de carácter federal.

La presidenta de la Junta de Andalucía considera que el nuevo sistema de financiación deberá contemplar que esté «ligada a la población» y en la que se recoja la dispersión, el envejecimiento y otras variables que no concretó.

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