Echávarri y Pavón mantienen su pulso sobre Moreno y el comercio

Calma tensa en el Ayuntamiento de Alicante después de días de terremoto continuado en el tripartito. La supervivencia del pacto no se ve amenazada a corto plazo. Más bien parece que el alcalde, Gabriel Echávarri, y el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, están jugando a ver quien gana el pulso que les enfrenta desde hace un par de semanas. Mientras, el tercer socio, Natxo Bellido, les da una de cal y una de arena a cada uno y les insta a dejar las discusiones para el ámbito privado.

Pero no le hacen caso. De hecho, las declaraciones de ambos siguen siendo bastante controvertidas. Ayer, el alcalde se parapetaba tras la resolución de la Ejecutiva local de su partido, el PSOE, y reconocía que él votó personalmente a favor de pedirle la dimisión a su vicealcalde. No obstante, aseguró que «no es un ultimátum», sino que se le insta a que, si quiere seguir en el equipo de gobierno al menos «cambie de actitud» y se deje de críticas a su labor.

Asegura Echávarri que Pavón es el único concejal del tripartito que le genera problemas en este sentido: «hay unas reglas del juego y una lealtad que respetamos 14 de 15», aseguró. Más tajante se mostró con la otra condición que impuso el lunes su Ejecutiva, quitarle al menos alguna competencia a la concejal Marisol Moreno, tras su salida de tono del viernes. Tanto él como Bellido coinciden en que la retirada de la portavocía adjunta de Guanyar «no es suficiente». El alcalde le dice a Pavón que la pelota «está en su tejado» en este sentido, aunque no deja claro qué hará si no hace lo que le pide.

Sin embargo, al líder de Guanyar y vicealcalde no parecen importarle lo más mínimo las exigencias y las advertencias del PSOE y, en concreto, de Echávarri.

No pudo ser más claro: «Me da igual», dijo, preguntado por la resolución socialista. «No voy a dimitir ni a quitarle competencias a Marisol Moreno», recalcó. Y consideró el asunto de la concejal «zanjado» con la renuncia a la portavocía adjunta.

Las «líneas rojas» del pacto

Consideró que la propuesta de su dimisión «no la entiende nadie» porque él está actuando con «coherencia» al pacto de gobierno, algo que cree que Echávarri no hace al proponer medidas como la extensión de la libertad de horarios comerciales a toda la ciudad. Una propuesta que volvió a calificar de «derechas» porque la planteó el PP.

Para Pavón, los puntos del pacto de gobierno son «líneas rojas» y reflejan «un modelo de ciudad que, en ningún caso, pasa por libertad de horarios comerciales». Por ello, volvió a pedir al alcalde que rectifique y le alabó el aplazamiento de la convocatoria del Consejo Local de Comercio y de su debate plenario.

Además, le mandó otro mensaje al alcalde, al asegurar que él y sus compañeros de Guanyar piensan seguir denunciando «pública e internamente» los incumplimientos del pacto de gobierno.

La tercera pata del equipo de gobierno, Compromís, condenó ayer la actitud de sus dos socios y les recordó que «no se gobierna a golpe de portada». Y tuvo reproches para ambos. Aseguró que no comparte la resolución del PSOE que exige la dimisión de Pavón, aunque «entiende» que se produce después de una «cascada de críticas» por parte de este hacia sus políticas.

También se reafirmó en su rechazo a la extensión de la libertad de horarios comerciales a toda la ciudad y a la forma en la que el alcalde la ha negociado y anunciado, «con menos consenso del que se pensaba inicialmente».

Sin embargo, a Pavón también le exigió medidas contundentes contra Marisol Moreno, por entender que su comentario del viernes de que el «PP celebraba las juntas de gobierno en el D'Angelo» no se puede pasar por alto.

Respecto al cruce de acusaciones de las últimas semanas, Bellido considera que «los dos grupos, PSOE y Guanyar, tienen que hacer cosas para resolver esta dinámica».

Los tres, eso sí, hablan de que su intención es mantener el tripartito y resolver la situación. Aunque parece que todavía les quedan fuerzas y ganas de mantener el pulso.