El Ministerio mueve ficha

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, tendrá que evaluar esta mañana de qué modo proporciona agua a los regantes del Trasvase Tajo-Segura para los próximos meses. Solo han recibido 3 hectómetros de los embalse de la cabecera desde octubre y están a punto de estallar porque ven en peligro más de 130.000 hectáreas. El agua desalada y los pozos son insuficientes. Sobre la mesa está la propuesta de ceder 30 hectómetros de los embalses del Segura al Trasvase, que cuenta con el rechazo de los regantes tradicionales de la Vega Baja.

Saavedra se ha hecho cargo de la crisis y tendrá que buscar una solución, con la cuenca dividida. El presidente del Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats), José Manuel Claver, y el dirigente de la Junta Central de Regantes Usuarios, Isidoro Ruiz, que representan la mayor superficie regable, reclaman esta cesión temporal al amparo del decreto de sequía y de la ley de Aguas. Treinta de las 80 comunidades de regantes del Trasvase pertenecen a la Vega Baja y a Elche. Claver y Ruiz sostienen que no peligra el suministro a los regadíos tradicionales porque hay 454 hectómetros embalsados.

El juez de Aguas de Orihuela, Manuel Larrosa, por el contrario, considera que esta operación sería «ilegal» y avanzó que recurrirán esta medida si se aplica. Argumenta que la cuenca no tiene agua para ceder. Ayer se reunió con el presidente de la Confederación (CHS), Miguel Ángel Ródenas, acompañado por los miembros de 17 comunidades de regantes, que dijeron representar a 30.000 regantes de la Vega Baja, informa Europa Press. Ródenas se reunió el martes con el Scrats y los miembros de la Mesa del Agua (empresarios, cooperativas, exportadores y sindicatos agrarios), que le reclamaron que autorice dicha cesión.

Posibles alternativas

La alternativa sería reducir el volumen, abrir más pozos o comprar caudales al Júcar y al Tajo. Unido a esto, el Scrats espera recibir el mes que viene la dotación que les corresponde, ya que hay 90 hectómetros excedentarios en la cabecera.

Al ser preguntado por las protestas anunciadas por el Scrats y la Mesa del Agua si no ven soluciones , Larrosa les ha pedido que, si se movilizan, «sea contra el Gobierno y que les dé agua del Tajo, pero no contra el regadío tradicional». «Lo poco que tiene el regadío tradicional es de su legítimo derecho», reivindicó Larrosa, quien reprochó a los regantes del Trasvase que «no son quiénes para quitarle agua al regadío tradicional». Al salir del encuentro, dijo que a Ródenas le ha quedado «bastante claro» que los regantes de la Vega Baja «no tenemos agua para ceder».

Aunque recordó que los regantes de la Vega Baja «siempre» han sido solidarios con los regantes del trasvase «cuando se ha podido», dada la situación actual «no se les puede ceder más agua». Indicó que los usuarios del acueducto ya recibieron 30 hectómetros del Sinclinal de Calasparra, que «sigue siendo agua del río Segura», y que «se necesitan nueve años» para volver a recomponer esas reservas de las fosas del sinclinal. Emplazó al Ministerio a buscar «otros recursos» y que les trasvasen «desde el Tajo, que es donde ellos tienen su dotación, y que dejen en paz al regadío tradicional».

Antes de la reunión, Miguel Ángel Ródenas afirmó que se aportará informes jurídicos y otros técnicos para adoptar «en breve» una decisión «de acuerdo al interés general, a las leyes y al reglamento de la legislación de aguas». También comentó que saldrá a información pública. Indicó que «una autoridad no se puede sentir presionada», al ser preguntado por la visión que en ese sentido había expresado Larrosa, informa Efe. Preguntado por la posición de la Generalitat Valenciana en torno a este asunto, dijo que se expresaron en la última Junta de Gobierno apoyando a sus regantes, «pero dejaron la puerta también, en fin. Quizás será mejor que ellos aclaren su posición».