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Eva María Lahoz
Jueves, 3 de marzo 2016, 01:28
Los problemas y conflictos se le acumulan al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, en los últimos días. Se le multiplican los frentes y ayer decidió disparar en todas las direcciones para defender las posturas socialistas contra viento y marea. Pero también le llovieron a él críticas desde los otros bandos.
La apuesta socialista por no municipalizar las contratas y por extender la libertad de horarios comerciales a toda la ciudad se ven por sus dos socios, sobre todo Guanyar, como una ruptura del pacto. Además, Compromís, que apenas le ha dado quebraderos de cabeza hasta el momento, se significaba el martes con una crítica directa desde la Concejalía de Igualdad al acto comercial contra la violencia de género previsto para el día 12 de marzo, que apoya personalmente Echávarri.
Por si fuera poco, quien apuntalaba su propuesta de permitir las aperturas comerciales en festivos en toda la ciudad, el PP, le ha dado la espalda, en su enésimo cambio de opinión sobre este asunto. Y Guanyar ha vuelto a dejarle claro que no va a quitar las competencias a Marisol Moreno. Para todos ellos tuvo ayer palabras el alcalde, que aseguró que va a seguir adelante con su propuesta de libertad horaria en toda la ciudad y que la llevará tal cual al Consejo de Comercio y al Pleno, aunque todo apunta a que no va a salir adelante.
Al PP le acusó de volver al «modelo Castedo» de defensa de la «desigualdad». Y es que los populares, tras hacerse fotos encantados con Echávarri el día que anunció la medida y asegurarle su apoyo incondicional en este y otros «asuntos de ciudad» han pasado a rechazarla y a proponer que solo haya libertad horaria total en la zona de Maisonnave y el centro (la que aprobó el PP) y que se negocie para el resto la apertura en festivos de Semana Santa y verano.
Advirtió de que, aunque el Consejo Local lo vete, irá a Pleno igualmente, porque «la UE prohíbe que lo que decidan operadores interesados condicione las políticas».
Se mostró convencido de que la apertura en festivos es algo «inevitable» e «ineludible» y que es cuestión de tiempo que se exija desde otras administraciones. Y señaló que para los comercios, el competidor no son los domingos, sino las ventas por internet. Les invitó a apostar por renovarse y diferenciarse y se comprometió a apoyarles para que la gente transite los festivos por sus calles y se beneficien.
Sus socios, Compromís y Guanyar, reiteraron ayer su postura contraria a la libertad total. El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, invitó al alcalde a «buscar el consenso» y seguir las líneas que marca la Generalitat en este sentido.
Guanyar recordó que la libertad horaria es «una apuesta personal del alcalde», apuntó el portavoz, Miguel Ángel Pavón. Señaló que se opondrá a cualquier medida que la extienda a grandes superficies.
Así, en estos momentos C's es el único que mantiene su apoyo.
No a la municipalización
Sobre el rescate de contratas, Echávarri echó mano de los informes recabados por Infraestructuras y Recursos Humanos para defender que hacerlo «sale más caro», siempre y cuando se asuma a los trabajadores «en igualdad de condiciones». Aseguró que no está dispuesto a que, si asumen trabajadores, «uno cobre menos que otro por hacer el mismo trabajo» para que «cuadren las cuentas». Y retó a que alguien «de izquierdas» y «sindicatos», en clara referencia a Guanyar y CC OO, expliquen que pueda haber «distinción entre trabajadores». Se negó, además, a «malgastar el dinero de los alicantinos».
Pavón insistía ayer en que rescatar las contratas «es más barato» en todas las ciudades y puso en duda los informes que aquí dicen que no lo es. «No tienen ni pies ni cabeza», dijo. Abogó por la transmisión, que permite asumir los empleados con las condiciones que tienen en las empresas. Lo propuso CC OO y, dice, los empleados «están deseando». Además, exigió conocer los datos del coste actual del personal en las contratas. «No nos lo facilitan, pese a que lo hemos pedido en todas las reuniones», lamentó.
Consideró que el argumento de los socialistas sobre los trabajadores «no es sólido porque ahora mismo, no todos cobran lo mismo». A su juicio, el PSOE «tiene la voluntad política de no municipalizar» pese a que está en el pacto de gobierno y advirtió de que en ese punto tienen un «evidente desencuentro» con ellos. Otras voces en su formación son menos comedidas y vinculan la negativa de los socialistas a municipalizar a un deseo de mantener a Enrique Ortiz al frente de las contratas.
Pero es que, además, colea todavía el asunto Marisol Moreno. El alcalde volvió a reclamar ayer en privado y públicamente a Guanyar que tome «medidas más contundentes» contra ella. Desde Guanyar dan el asunto, sin embargo, por «zanjado».
Echávarri no descartó quitarle él las competencias, aunque dijo que lo volverá a consultar con su partido si no toma a decisión Guanyar.
«Representa a todos los alicantinos», señaló el alcalde, que volvió a asegurar que si fuera socialista ya no sería concejal. Echávarri puso el ejemplo de que si él fuese condenado, aunque fuese por conducir bebido, dimitiría. Cuestionado sobre por qué no aprobó entonces la propuesta de C's en el Pleno de echar a todos los condenados, señaló que debe ir en la «conciencia de cada uno», porque el «apego al cargo público» y la «moralidad» son personales. Una sutil forma de acusar a Moreno de querer conservar el puesto a toda costa.
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