La deuda valenciana crece 170 millones por los pagos del modelo alemán

Eduardo Zaplana no fue el descubridor del 'método alemán' de pago aplazado de obras. Pero sí que fue el primer responsable político valenciano que encontró una fórmula para financiar obras sin tener que cargar el coste directamente al ejercicio presupuestario en curso y que además no computara como deuda. El expresidente de la Generalitat y del PP valenciano introdujo durante su mandato este mecanismo, también denominado de 'abono total' , por el que el adjudicatario del contrato adelantaba la construcción y financiaba el coste de la actuación. El precio lo cobraba al entregar la infraestructura a lo largo de diferentes anualidades según el contrato. La Administración pagaba cada año una parte del coste de la obra y los gastos financieros. Sin embargo, al no tratarse de un préstamo de un banco, no se contabilizaba como deuda. La oposición a aquel Consell censuró entonces lo que consideró como una artimaña para centrifugar el gasto y cargarlo a posteriores Gobiernos.

Este último aspecto era una de sus grandes ventajas. Permitía además, ante una situación financiera incierta, acometer obras y posponer el pago durante varios años. El Consell de Eduardo Zaplana recurrió en diversas actuaciones a este método alemán, con el que también evitaba disparar el déficit y lograba mantener los índices de empleo. Con Francisco Camps, el Gobierno valenciano siguió impulsando este tipo de mecanismos.

El Banco de España, que esta misma semana hizo públicos los datos de deuda de las comunidades autónomas correspondientes al cuarto trimestre de 2015 -en el caso de la Comunitat Valenciana se produce un incremento de 4.377 millones hasta superar los 41.700 millones- ha contabilizado dentro de esa cifra por primera vez 169 millones pendientes de pago en operaciones realizadas por el 'método alemán' que no eran comunicadas por las entidades financieras al Banco de España. Según explican los técnicos de la Conselleria de Hacienda, el órgano regulador recoge ahora esos datos directamente de los informes mensuales que nos solicitan a través de la Intervención. Con anterioridad a 2015 estas operaciones no computaban a efectos de deuda porque no eran comunicadas al Banco de España. Lo que esta entidad contabiliza por primera vez son obras acometidas entre 2006 y 2008, que se han ido pagando parcialmente en cada anualidad. En siete casos el primer desembolso no se hizo hasta 2011 y en uno, hasta 2013. Las actuaciones se tendrán que pagar hasta 2020 en algún caso. Los 169 millones a los que se refiere el Banco de España responden a la cantidad pendiente de pago de los 411 millones en que se presupuestaron una quincena de obras -entre las que se incluyen la Estación Marítimo Serrería de Metro Valencia, la sede judicial de Paterna, la carretera que une Torreblanca con el Aeropuerto de Castellón o el paseo marítimo de la playa de poniente de Benidorm-.

242 millones amortizados

Atendiendo a las operaciones realizadas por el anterior gobierno del PP mediante el método alemán, los pagos pendientes corresponden a 15 infraestructuras, con contratos formalizados entre los años 2005 y 2008, por un importe total de 411,7 millones de euros. De esta cantidad se han amortizado ya 242,2 millones (40,3 millones en el ejercicio 2015), quedando un saldo vivo de 169,5 millones de euros que tendrá que atender presupuestariamente el nuevo Gobierno en los próximos años. Se estima que está financiación estaría totalmente amortizada en 2020.

Esta cifra de 170 millones se ha visto en parte compensada por la amortización en el pasado ejercicio de 29,5 millones de euros de otros conceptos que el Banco de España pasó ya en su día a computar como deuda y que engloba bajo el epígrafe genérico de 'Asociaciones público privadas'. En concreto, son las concesiones hospitalarias y las de carreteras (CV-35 y CV-50). De esta forma, esos 170 millones se quedan en 140.

Con estos datos, el aumento de la deuda sale de las siguientes cifras: se pidieron 4.624 millones con cargo al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 2015, de los que 3.819 correspondían a los déficit de 2014 y años anteriores. Esta suma se redujo en 387 millones por la minoración de las operaciones a corto plazo, sobre todo del sector público. Más los 140 millones del método alemán, los 4.377 millones de incremento de la deuda en 2015 recogidos por el Banco de España.