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El alcalde, Gabriel Echávarri, con algunos de los problemas que le sobrevuelan en la cabeza y que tendrá que resolver los próximos días. :: joaquín p. reina
La semana negra de Gabriel Echávarri

La semana negra de Gabriel Echávarri

Al alcalde se le acumulan los problemas tanto dentro como fuera del equipo de gobierno

José Vicente Pérez Pardo

Domingo, 20 de marzo 2016, 00:55

La Semana de Pasión se le ha adelantado al alcalde, Gabriel Echávarri, que se ha encontrado durante estas últimas jornadas un auténtico vía crucis día sí, día también en la gestión municipal, tanto con problemas con miembros de su equipo de gobierno como en asuntos tan delicados como el Hércules o la libertad comercial que ha propuesto.

Han sido cinco días que Echávarri tendrá que resolver en las próximas fechas, en las que deberá dar respuestas tan importantes como el modelo de ciudad, el futuro del tripartito o su relación con la Generalitat Valenciana, entre otras. Todo, en mitad de la negociación de los presupuestos municipales, que tendrán que aprobarse en un Pleno extraordinario el Miércoles Santo. La próxima semana tendrá que dar algunas respuestas a lo que pueda y dejar encarrillado el resto.

Lunes de contratos

Adjudicaciones a amigos

Echávarri amanecía el lunes con que la edil de Acción Social, Nerea Belmonte, había adjudicado directamente a unos conocidos de Podemos un contrato menor para la comunicación de la Concejalía. No es que fuera nada ilegal por la cuantía de la adjudicación, pero choca con la filosofía que desde la oposición llevaron los últimos años tanto el PSOE como IU con el anterior equipo de gobierno de Sonia Castedo.

El propio alcalde reconocía que «no le gustaba la música» de este asunto, que desde hacía algún tiempo rondaba en los mentideros municipales y que terminó por explotar el mismo día de la reunión de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, en el que el PSOE pidió la dimisión de Belmonte, que estos días ha estado de vacaciones en Andorra, esquiando.

Echávarri, Pavón y Bellido la esperan el lunes para oír sus explicaciones sobre esta adjudicación, que a ninguno de los socios del tripartito les gusta. Las explicaciones que hasta el momento ha podido, o querido, dar la edil pasan más por atacar al PSOE y escudarse en los funcionarios que en cuestiones técnicas.

Martes de perdón

Marisol se queda

El alcalde había lanzado un ultimátum a Guanyar para que hiciera un gesto con Marisol Moreno o, de lo contrario, le retiraría las competencias el martes por haber dicho en la comisión de presidencia que el PP celebraba las juntas de gobierno en un club de alterne. De la comisión de seguimiento del pacto de gobierno celebrada el lunes salió una solución intermedia que el alcalde terminó aceptando: Marisol Moreno mantiene sus competencias de Juventud y Protección Animal a cambio de una disculpa pública y un donativo a una asociación a luchar contra la prostitución.

Echávarri se conformó con esto. Entiende que Guanyar «se ha movido». Como dijo, «el asunto está cerrado», pero algunos miembros de su partido creen que está aparcado hasta la próxima metedura de pata de la edil. Puede ser que hasta que el juzgado admita a trámite la querella del PP, aunque Echávarri asegura que esto no sucederá.

Miércoles de continuidad

Ramírez, el tapado de Ortiz

El presidente del Hércules, Carlos Parodi, y Juan Carlos Ramírez acudieron el miércoles a explicarle al alcalde el plan de viabilidad del club blanquiazul, que básicamente pasa porque el empresario se quede como accionista mayoritario de la entidad.

En el Ayuntamiento entienden que supondría en la práctica que Enrique Ortiz deja en herencia el Hércules a Juan Carlos Ramírez, pero que su sombra continúa, una situación que el alcalde no quiere ni en pintura. Echávarri había prometido en campaña un Hércules sin Ortiz, pero no encuentra un inversor interesado y a la deuda pronto se sumarán otros 18 millones de euros que tendrá que devolver de ayudas públicas. El futuro de la entidad cada vez es más complicado.

Jueves de comercio

Negativa de la Generalitat

El director general de Comercio, Natxo Costa, se reunía con las asociaciones de comerciantes y de supermercados solo para decirles que la Generalitat les apoyaba y estaba en contra de permitir la libertad horaria que promueve el alcalde. Echávarri ya no pudo contenerse y al día siguiente explotó contra Costa: le acusó de venir a Alicante a «defender los intereses de Valencia» y a «perturbar» al sector comercial. El próximo 29 se celebra el Consejo Local de Comercio y en el Pleno del día 31 se votará la libertad horaria.

Viernes de 'manteros'

Ultimátum para la venta

El lunes tendrá que decidir el lunes si permite a los 'manteros' vender esta Semana Santa ante la situación de «desesperación» que le pintaron a la edil Julia Angulo, que se reunió con ellos. Encima, el interventor municipal no entró en el fondo de la municipalización de contratas y aseguró que es cuestión del tripartito, siempre que haya equilibrio.

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