Lunes Santo sin penitencia en Alicante

El tiempo en Semana Santa siempre es caprichoso, sean las fechas que sean, y pocas son las que se escapan completamente de la lluvia, de manera sorprendente en el caso de la seca Alicante. Sin embargo, es extremadamente poco común que se tengan que suspender todas las procesiones de una jornada. Y eso es lo que desgraciadamente pasó ayer en la ciudad. La persistente lluvia, que no cesó prácticamente en toda la tarde, hizo que por primera vez no pudiesen hacer su estación de penitencia ninguna de las hermandades y cofradías que salían.

La Hermandad del Prendimiento y Nuestra Señora del Consuelo, la Cofradía Cristo 'El Morenet' de los Hombres del Mar, la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Lágrimas y la Hermandad Agustina de Nuestro Padre Jesús Despojado de Sus Vestiduras tuvieron que tragarse las ilusiones de todo un año de trabajo y fervor y quedarse en sus respectivas parroquias.

Para todas ellas era la primera vez que no podían salir, a pesar de que llevan entre 18 y 20 años procesionando, por lo que la decepción era evidente.

En la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa alicantina no recordaban tampoco un Lunes Santo sin procesiones. Sí había ocurrido que alguna se tuviese que volver a su sede o refugiarse antes de tiempo por haberle sorprendido la lluvia. Pasó, sin ir más lejos, en 2011. Pero que ninguna salga es algo verdaderamente excepcional en Alicante. «Pasó a principios de los años dos mil un Martes Santo», hacía memoria, ayer, el presidente de la Junta, Alberto Payá.

Esperanza hasta el final

Las ganas de recorrer las calles de la ciudad eran tales que la mayoría de las hermandades esperaron hasta más de una hora para darse por vencidas y suspender sus procesiones. Las previsiones meteorológicas no eran muy halagüeñas pero se acogían a un posible parón en la lluvia que se anunciaba a partir de las 20.00 horas. Sin embargo, la intensidad de la precipitación dejó las calles en un estado en el que la prudencia recomendaba no salir, aún en el caso de que amainase, que no lo hizo.

La primera en aceptar lo inevitable fue la Hermandad del Prendimiento, que salía a las 17.45 horas de los jardines del Marq. Los tres tronos fueron colocados en los jardines, tapados con plásticos protectores, pero a las 18.00 horas, tras una reunión de crisis, decidían suspender, para disgusto y tristeza de sus hermanos. Pronto comenzaban a desmontar los tronos y devolverlos a casa, a la Parroquia de la Inmaculada del Pla.

La siguiente en salir tendría que haber sido 'El Morenet', desde la Ermita Virgen del Socorro, a las 18.30 horas. Media hora antes, decidían aplazar la salida a las 20.00 horas, al igual que hizo la Hermandad Agustina, confiados en que escampase al menos el tiempo suficiente para salir y hacer algo del recorrido.

Sin embargo, el cofrade mayor, Manuel Giménez, ya tenía claro que iba a ser muy difícil salir. «Tenemos un 99% de posibilidades de quedarnos, porque no podemos poner en peligro el trono», lamentaba. El expresivo Cristo, anónimo, fue datado recientemente, mediante un estudio radiológico, entre finales del siglo XV y principios del XVI.

Entre sus hermanos, todo eran caras largas. Y es que celebraban su vigésimo aniversario desde que el Cristo volvió a la Ermita del Socorro y habían confeccionado para él un bellísimo arreglo floral con tulipanes, orquídeas y otras muchas flores. Por primera vez, se tuvieron que conformar con hacer una 'levantá'. Para consolarles, acudieron, entre otros, el alcalde, Gabriel Echávarri, el portavoz municipal, Natxo Bellido, e incluso la senadora Asunción Sánchez Zaplana, que antes participó en El Prendimiento.

Las lágrimas y rabia contenidas inundaron también San Roque y el Convento de las Monjas de la Sangre, de donde salen los pasos de la Hermandad Agustina. «Sentimos mucha tristeza, porque además este año teníamos la ilusión del nuevo trono del Despojado y la reforma del trono de la Cruz», señalaba el hermano mayor, Francisco Mas.

El Padre Jaime, consiliario de la Hermandad, intentaba animarles recordando que «no tendremos procesión, pero seguimos siendo hermandad» e invitándoles a rezar por aquellos a quienes iban a dedicar la estación de penitencia. También ellos realizaron la 'levantá' en el interior de San Roque.

La Humildad, que debería haber salido de Nuestra Señora de Gracia a las 19.00 horas, fue la última en claudicar. La penitencia se quedó en un 'via crucis' en el interior de la parroquia. Alicante se quedaba, por primera vez, sin sus cuatro procesiones de Lunes Santo.