EFE
Viernes, 25 de marzo 2016, 02:15
El papa Francisco acusó ayer a los «traficantes de armas» de estar detrás de los atentados de Bruselas durante la misa del Jueves Santo celebrada en el centro para migrantes de Castelnovo di Porto, cerca de Roma.
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«Detrás de ese gesto están los traficantes de armas, que quieren sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad», dijo el Papa al referirse a los atentados que costaron la vida a 31 personas y dejaron 300 heridos.
Francisco lavó los pies a 11 refugiados - cuatro nigerianos católicos, tres mujeres eritreas coptas, tres musulmanes de Siria, Pakistán y Malí, un indio hindú- y una voluntaria italiana católica que trabaja en la cooperativa social Auxilium, responsable del centro de acogida.
Durante la homilía, que improvisó por completo, el Papa reivindicó que «los gestos hablan más que las palabras».
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