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Eva María Lahoz
Lunes, 28 de marzo 2016, 00:32
Siempre es emocionante asistir al encuentro entre el Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría, que pone el broche de oro a la Semana Santa de Alicante con una lluvia de 'aleluyas' multicolores como expresión de júbilo y telón de fondo.
Un encuentro y procesión conjunta en los que se implican todas las hermandades y cofradías de la ciudad, que portan al Cristo, y los festeros de las hogueras y barracas, que llevan a la Virgen. Ellos y miles de alicantinos y turistas que, como cada año, ayer abarrotaron la plaza del Ayuntamiento y las calles aledañas.
Este año, además, la cita tenía varios alicientes extra. Por un lado, se estrenaba la nueva imagen de la Virgen de la Alegría, que se encontraba, pues, por primera vez con su Hijo frente al Ayuntamiento de la ciudad, con esa expresión profunda de amor y de alivio por saberle vivo que ha sabido plasmar el imaginero sevillano José María Leal. Fue amor, en este caso, a primera vista.
Además, se celebraba el 20 aniversario de la Gloriosa Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría. Una efemérides que se aprovechó para hacer partícipes de la procesión a los dos capataces de la Virgen que precedieron a Pedro de Gea, el actual. Jaime Candela tuvo el honor de bajarla por las escaleras que van de la Basílica de Santa María a la calle Jorge Juan y Alberto Guijarro (hoy hermano mayor de la Santa Cena) de pasearla por la Explanada.
A las 11.00 horas salía de la Concatedral de San Nicolás el Cristo Resucitado, portado por costaleros de todas las hermandades y cofradías, dirigido este año por Eduardo Box, capataz del Cristo de la Paz de Benalúa y acompañado por la banda La Llàgrima, de Mutxamel.
A las 11.30 lo hacía la Virgen de la Alegría de la Basílica de Santa María, a hombros de festeros ataviados con el traje de zaragüel y guiados por Pedro de Gea, excepto en el tramo de las escaleras. El acompañamiento musical corría a cargo, un año más, de Banda de la Sociedad Cultural Deportiva Carolinas.
Delante, tres largas filas de damas de mantilla, vestidas de blanco por la Resurrección, entre las que se encontraban muchas candidatas a Bellea del Foc. La de este año, Carmen Caballero, y la infantil, Daniela Guzzardo, iban vestidas con sus trajes de novia alicantina. Todas portaban en sus manos ramos de claveles blancos.
4.000 claveles
Este año, el manto de la Virgen estaba también confeccionado con 4.000 claveles blancos y rojos, que dibujaban flores. A sus pies, un arreglo de 200 rosas y 150 orquídeas. El hermano mayor, Domingo Martínez, explica que se ha tenido que cambiar el armazón del manto, dado que la nueva imagen es más pequeña que la anterior, y que se ha buscado dotarle de más «cadencia, dulzura, ternura y naturalidad». El anterior era más «rígido», señala.
La Hermandad está «tremendamente satisfecha» con la talla y muy orgullosa de pasearla por primera vez por las calles de la ciudad para que la disfruten todos los alicantinos, apunta Martínez.
A las 12.00 horas, ambos pasos se encontraban frente al Ayuntamiento de Alicante, donde les esperaban miles de fieles a pie de calle y, en los balcones de la Casa Consistorial, el alcalde, Gabriel Echávarri, el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido, (curiosamente, muy pocos concejales más), monseñor Pedro Moreno, en representación de la Diócesis Orihuela-Alicante, y el presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías, Alberto Payá.
En el momento del encuentro, el más esperado, 400.000 'aleluyas' de colores empezaban a caer desde los balcones de la segunda planta del Ayuntamiento. Y también algunos desde la primera planta, de manos de las autoridades, a las que se les dejó, como siempre, una caja.
Este año, el mensaje era 'Paz y Misericordia' en multitud de idiomas y lenguas, incluidos el chino, el ruso, el griego o el árabe. Además, claro está, de las estampas de las imágenes de la Semana Santa Alicantina.
Los dos pasos bailaron de frente y después pasaron uno junto al otro antes de girarse hacia el público y hacerle una reverencia. Este intercambio de ubicaciones se debió a que, por primera vez, la Virgen iba a procesionar por detrás del Resucitado, en vez de delante.
«Nosotros llevábamos tiempo pidiéndolo y el año pasado el obispo, que vio la procesión, dijo que era más correcto así», expone Martínez, que añade que hasta ahora iba el Resucitado detrás «porque al ser la imagen de la Junta Mayor, se entendía que debía cerrar la Semana Santa».
Mientras estaban todavía en la plaza, la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría tuvo un gesto muy emotivo hacia Dolores Gomis, la viuda de Fernando Climent, que fue costalero de la Virgen, además de delegado de barracas de la Federación, y que falleció hace unos meses. De Gea le cedió el puesto de capataz unos instantes para que fuese ella la que ordenase una de las 'levantás' del paso. Tras hacerlo, recibió el abrazo del capataz y del hermano mayor, muy emocionada.
Ya juntos, ambos pasos iniciaron su recorrido por las calles del centro de la ciudad, incluida la Explanada, donde fueron la admiración de decenas de fieles y de turistas despistados.
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