«Muchos turistas que iban a otros destinos eligen España que es más seguro»

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, cabeza de lista del PP en las últimas elecciones generales por Alicante, acaba de llegar de Puerto Rico, Honduras, Guatemala y El Salvador y ya hace las maletas para seguir con su agenda como jefe de la diplomacia española. Tras un pequeño descanso en su casa de Xàbia, por la Semana Santa, en breves días recalará en Washington, Argentina y Chile. Vivió los atentados yihadistas recientes en Bruselas con «enorme preocupación y angustia» y no le importaría repetir como cabeza de cartel en unas elecciones generales más que previsibles para el próximo 26 de junio: «Estaría encantado», afirma con rotundidad.

-Los servicios secretos galos han alertado a sus aliados de un 11-S europeo, al menos de un proyecto yihadista en esa línea.

-No me consta esa situación. Estas informaciones las manejan los servicios secretos y de interior de los países miembros y a mí no me constan, pero no soy yo quien tiene que saberlo. Aunque sí le puedo decir que la colaboración antiterrorista de España es muy buena con todos los países, especialmente con Francia y Marruecos.

-¿Cómo ha vivido los últimos atentados terroristas en la capital de Bélgica?

-Con enorme preocupación y angustia. Nos encontramos ante un terrorismo distinto del que conocíamos hasta ahora. Inmediatamente empezamos a ponernos en contacto con la Embajada y el Consulado. Hoy mismo explica en un diario nacional la cónsul adjunta en Bruselas, Rosario Bernal, que empezó a recibir llamadas telefónicas desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, que la obligaron a bajar del tren para atenderlas. Y tuvo que coger el siguiente, precisamente en el que estalló la bomba. Tuvo el coraje de irse inmediatamente a su puesto de trabajo. Y se puso a ayudar a buscar a la gente. Se puso a trabajar desde ese mismo momento.

-¿Cómo fue el operativo que se montó desde el Ministerio?

-Se duplicó el personal de la Unidad de Emergencia Consular en Madrid y se reforzaron los efectivos en el Consulado de España en Bruselas. El pasado martes se recibieron doscientas llamadas a la hora en el Ministerio en Madrid y en todo el día se registraron 750 llamadas en el Consulado de España en Bruselas. A partir de ahí, lo primero fue ponernos en contacto con el Centro de Crisis del Gobierno belga por los tres atentados, porque no fue uno solo. Había que buscar a posibles víctimas en los hospitales y simultáneamente atender todas las llamadas. En segundo lugar, nos preguntaron mucho para buscar información sobre medios de transporte.

-Habla de terrorismo distinto, ¿se pueden evitar de alguna forma estos atentados?

-Podía haber ocurrido en cualquier ciudad del mundo. Estamos ante un terrorismo distinto y es muy complicado de evitar, porque los terroristas renuncian a sus vidas. Un fenómeno terrorista nuevo, distinto al experimentado hasta ahora con un actor principal que es el Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico), que tiene características propias de estados soberanos tras ocupar territorios de Libia, Siria e Irak. Desde esos territorios realizan por redes sociales la labor de financiación, reclutamiento y propaganda. Por alguna razón, son personas que no han acabado de integrarse en la sociedad de esos países. Frente a su hermano pequeño, Al Nusra en Siria, este movimiento terrorista tiene proyección internacional. Buscaron borrar las fronteras establecidas en Oriente Medio tras la Segunda Guerra Mundial para crear un califato en el que se integrarían todos los países de fe musulmana. Pero sabemos además, como se demostró en París, Daesh no actúa a través de lobos solitarios, lo hace con comandos muy bien sincronizados y entrenados y de gran eficacia en su acción. Con estructura militar muy bien organizada.

-En solo cuatro meses ha habido dos masacres en París y en Bruselas. ¿Puede acabar afectando a España como principal destino turístico europeo por aquello del clima de inseguridad que frena el movimiento de personas en la UE?

-Lo que está ocurriendo ahora es que los turistas que escogían otros países mediterráneos como Egipto, Turquía y Túnez, que están sufriendo en sus carnes el terrorismo, eligen a España, que es más seguro. El efecto en general de reducción de movimiento de personas todavía no se ve. Este año está siendo de récord en el sector turístico y va a seguir siendo así. España es uno de los países más seguros del mundo, tenemos servicios de información muy buenos, así como nuestras fuerzas de seguridad. Va a seguir viniendo más turismo a España, no creo que haya desafección tras los atentados en París y Bruselas.

-En clave electoral, ¿tiene claro que va a haber nuevas elecciones generales el 26 de junio?

-España como muchos otros países, se va a enfrentar en los próximos años a desafíos extraordinarios: el terrorismo internacional, la desaceleración económica mundial, el cambio climático y desafío secesionista. Además, las elecciones serían tres días antes del referéndum las que se para el 'Brexit' por la posible salida del Reino Unido de la UE, con lo que comporta de pérdida de peso en política exterior y seguridad militar de la Unión Europea. Puede crear una conmoción importante. A todo esto, hay que tener en cuenta la salida de refugiados para venir a la UE. Necesitamos un gobierno fuerte y unido que dé una respuesta firme e inteligente. Con un apoyo parlamentario sólido en el que todas las fuerzas sean homogéneas y que coincidan en lo básico.

-O sea, que usted aboga por una gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos.

-Sí porque coincidimos en la unidad de España y en un modelo de economía de libre mercado y no a la venezolana. Una coalición que actúe conjuntamente y con todos los medios contra el terror. Eso no se va a dar con el PSOE y Podemos. España necesita grandes reformas contra esos desafíos. El gobierno del PSOE, Podemos, IU y PNV, aun con la abstención de los independistas, no puede prosperar. Nadie puede ofrecer lo que no puede dar. La otra alternativa son nuevas elecciones.

-Si como parece probable vamos a nuevas elecciones, ¿usted volverá a encabezar la lista del PP por Alicante?

-Estaría encantado de hacerlo. Pero hay que preguntárselo al comité electoral del partido. Yo no puedo decir ni una cosa ni la contraria.

-¿Cree que Rita Barbera debería entregar el acta de senadora?

-Está claro que en España y en la Comunitat hemos sufrido por la corrupción y también por la crisis y los recortes. Al pedir esfuerzos a la población, se tiende a castigar al que toma decisiones al tener que gestionar la crisis. Es obvio que haya desafección hacia la clase política cuando se piden esfuerzos y, al tiempo, alguien ha robado de las arcas públicas. El clima de sospecha hace que se complique la incorporación de gente a la política. Cualquier atisbo de corrupción debe ser combatido con todos los medios a nuestra disposición. El Gobierno del PP es el que más medidas ha dispuesto y los órganos encargados lo han hecho con más intensidad que nunca. No hay impunidad cuando el PP gobierna. He propuesto crear un consejo de hombres sabios e independientes, expertos en códigos de buenas prácticas para hacer cada vez más difícil la corrupción. Hay que evitar que las personas en puestos de responsabilidad destruyan el contrato social con la ciudadanía

-¿Pero Rita debe dimitir de su cargo público o no?

-Hay un procedimiento judicial en marcha en el que Rita ha decidido colaborar de modo voluntario sin estar imputada, y hay un expediente informativo abierto en el partido. Vamos a esperar a que esos procedimientos acaben. Eso es el Estado de Derecho. Tan malo es que algún corrupto quede impune como que un inocente quede manchado para siempre.

-¿Cree que debería haber un congreso extraordinario en el PP de la Comunitat Valenciana?

-En vísperas de elecciones, no es precisamente el mejor momento. Ahora, lo que tenemos que hacer en el PP de la Comunitat Valenciana y de toda España es prepararnos lo mejor que podamos para ganar las elecciones y resolver las necesidades de los ciudadanos.

-Ha aludido a los refugiados. ¿Qué tiene que decir a las críticas del bipartito en el Consell valenciano hacia Madrid por no tener permiso para traer a un millar de ciudadanos a la Comunitat?

-El asunto de los refugiados sirios y de los inmigrantes en general es lo suficientemente serio como para que se plantee de una forma muy rigurosa. No es que las autoridades locales o regionales no puedan decidir en solitario, es que la UE en su conjunto no tiene política de asilo e inmigración común. Lo único que ha hecho la UE es poner parches uno tras otro. Primero está el problema de la identificación y registro de los que buscan protección en la UE. El segundo problema es la reubicación de los refugiados que ya están en la UE y el resentimiento de los que están fuera y quieren venir. El tercero es la integración de los que tienen derecho a asilo para que puedan vivir en condiciones dignas en los países de acogida. Ninguno de estos tres problemas se ha resuelto bien. Se han ido poniendo parches y así nos ha ido. Lo que se trata ahora es de ayudar a los países del área como Líbano, Jordania y Turquía a prestarles ayuda inmediata y, después, buscar fórmulas para que la UE contribuya a paliar su sufrimiento

-¿Pero podrán venir a la Comunitat Valenciana los sirios de Grecia o de Turquía?

--Es un problema capital. Estamos ante la mayor catástrofe humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, con siete millones de sirios sin derecho a ayuda humanitaria y con una entrada desordenada. Por eso Grecia está colapsada y cierra las fronteras. Primero hay que acabar con los conflictos que causan esta salida masiva en Siria, Irak y Líbano. Y segundo, que haya una salida ordenada. En tercer lugar, cada estado miembro debe determinar en el conjunto de la UE sus capacidades para resolver el problema en común y viendo las perspectivas.