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La concejal de Acción Social, Nerea Belmonte, con uno de sus asesores, a la salida de la reunión que mantuvo la primera en la Alcaldía, donde Echávarri le comunicó el cese.
El tripartito se queda en minoría

El tripartito se queda en minoría

El alcalde destituye a la concejal de Acción Social, Nerea Belmonte, que pasa a los no adscritos

José Vicente Pérez Pardo

Miércoles, 30 de marzo 2016, 00:34

La destitución de la concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Alicante, Nerea Belmonte, ha provocado un cisma político en el Consistorio de consecuencias todavía insondables. El alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, no dudó en esta ocasión en despojar de todas sus competencias a la edil de Guanyar después de que se hiciera público la adjudicación de varios contratos a una empresa, Tech Data, constituida por dos conocidos de la concejal en Podemos y ésta no entregara el acta, como le habían pedido los socios del tripartito. Además, los compañeros de Guanyar Alacant firmaban la expulsión de Belmonte del grupo municipal, por lo que pasará a formar parte de los concejales no adscritos.

La primera consecuencia es que el tripartito se queda con 14 concejales (seis del PSOE, cinco de Guanyar y tres de Compromís), mientras que en la oposición se mantienen los ocho del PP y otros seis de Ciudadanos. Aparte, claro, estará el voto en solitario de Nerea Belmonte como concejal no adscrita. Es decir, el tripartito deja de tener mayoría en el Pleno y cualquier iniciativa, moción u ordenanza deberá contar con el apoyo de alguno de los grupos de la oposición o de la propia Belmonte.

La destitución de la exconcejal de Acción Social lleva aparejada también la pérdida de sueldo (solo cobrará unos 200 euros al mes por la asistencia al Pleno) y de representación en cualquier organismo municipal. Con Nerea Belmonte también se irán los dos asesores que tenía en la Concejalía.

El Pleno del próximo jueves dará nota de la destitución de la concejal, cuyas competencias vuelven en estos momentos al alcalde, Gabriel Echávarri. Por tanto, Nerea Belmonte estrenará la condición de edil no adscrita por primera vez en la Corporación alicantina.

Por otro lado, la expulsión del equipo de gobierno de la concejal de Guanyar obligará a reestructurar las competencias entre los cinco ediles que restan de la formación, toda vez que se mantendrá vigente el pacto de gobierno en todos sus puntos. Acción Social y Vivienda son dos importantes concejalías dentro de la acción política municipal y conllevarán una importante reestructuración de funciones. Así, Julia Angulo se hará cargo de las competencias derivadas de Acción Social, a las que sumaría la que ya tiene de Cooperación; mientras que el concejal de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, asumirá Partidas Rurales, que hasta el momento tenía Julia Angulo.

Por su parte, Miguel Ángel Pavón se quedará con todas las responsabilidades que tenía Belmonte como presidenta del Patronato de la Vivienda. Pavón las unirá a la Concejalía de Urbanismo que ahora mantiene. Las fuentes consultadas no descartan aprovechar la remodelación del equipo de gobierno para suprimir definitivamente este patronato, una iniciativa que ya llevaba Guanyar en su programa electoral.

Todos estos cambios son aún provisionales y se movían ayer por la tarde entre los miembros del equipo de gobierno. No obstante, no serán definitivos hasta que el consejo de coordinación de Guanyar que se reunía ayer por la tarde los refrendara. Esta misma mañana se le trasladarán al alcalde para que los ratifique en los decretos respectivos. En menos de una semana, los concejales podrían ocupar sus nuevas responsabilidades, explicaron las fuentes consultadas por este periódico.

De esta manera se cierra la mayor crisis que ha vivido el tripartito de Alicante en los nueve meses que lleva de difícil convivencia. El alcalde, Gabriel Echávarri, había amagado con romper el pacto de gobierno hasta en dos ocasiones. El primer choque importante fue a cuenta de Recursos Humanos por la municipalización de contratas y el segundo, y más peliagudo, fue a consecuencia de las declaraciones de la concejal de Juventud, Marisol Moreno, acusando al PP de celebrar las juntas de gobierno en un club de alterne. En ambas, Echávarri amagó pero no dio. En ésta, las cosas han sido muy distintas.

Nadie en el equipo de gobierno ha apoyado a Belmonte, sobre todo por las formas con las que ha conducido la crisis la ya exedil de Acción Social. Una actitud «altiva» que llegó hasta la misma mañana de ayer, cuando se reunió con el alcalde; el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón; y el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido, en Alcaldía. Las explicaciones de Belmonte llegaron tarde para los representantes del tripartito: en esta semana desde que estalló el escándalo había atacado a los socialistas en una nota de prensa y se había enfrentado a Guanyar al asegurar que la comisión de garantías que la acusaba de incumplir varios artículos del código ético de la formación no tenía potestad (de hecho, ha recurrido el informe de expulsión y la posterior votación en asamblea).

Los tres representantes le hicieron ver que la situación era «insostenible» y le invitaron a una «salida digna» del equipo de gobierno. También le explicaron el «daño» que su actitud le hacía «al proyecto común» del tipartito y que estaban obligados a «hacer las cosas de forma diferente», según explicaron fuentes conocedoras del encuentro.

A estos argumentos hizo caso omiso. Nerea Belmonte recordó que había recurrido la decisión de la comisión de garantías de Guanyar y estaba convencida de que, al final, los órganos superiores de su formación le darían la razón. Mientras tanto, se queda en el sillón municipal. «No ha dejado otra salida», explicaban las fuentes consultadas.

La minoría en la que queda ahora el equipo de gobierno no será problema, insisten desde dentro, puesto que Belmonte les ha dado garantías de que continuará «defendiendo los presupuestos de la acción de gobierno» de Guanyar con las que se presentó a las elecciones. Insuficiente para los tres, que decidieron expulsar a Nerea a costa de la gobernabilidad del Ayuntamiento de Alicante durante los próximos tres años.

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