Solar de la calle General Marvá donde se construirán los nuevos 'pisos atelier'.

La construcción de pisos se desploma casi a la mitad este año por la incertidumbre política

La expedición de visados por el Colegio de Aparejadores para obra nueva cae tras tres años de recuperación un 40% en enero y febrero y Provia habla más de un «lucro cesante»

Bernat Sirvent

Jueves, 7 de abril 2016, 00:58

Los síntomas de clara recuperación que ofrecía el sector inmobiliario de la Costa Blanca desde hace tres años se han alterado de forma drástica. La expedición de visados por parte del Colegio de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Alicante se ha frenado en el arranque del año hasta tal punto que se puede hablar sin vacilaciones de un desplome en toda regla. De prácticamente a la mitad. Pese a que los datos oficiales corresponden a los dos primeros meses del año y, por tanto, la muestra no es muy representativa, sí marca tendencia. El propio colectivo profesional de aparejadores lo analiza en términos de desconfianza de los empresarios respecto a la actual situación política de España, sin Gobierno desde hace algo más de cien días. Los promotores inmobiliarios de la provincia admiten ese factor, si bien con ciertos matices.

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El Colegio que preside Gregorio Alemañ ha otorgado en los dos primeros meses del año un total de 562 visados para obra nueva en sus distintas tipología (chalets, casas adosadas o viviendas en régimen de propiedad horizontal). La cifra supone un desplome del 40% respecto al mismo período del año anterior, que encadenó tres repuntes consecutivos, desde el mismo arranque del ejercicio de 2013. Un total de 320 casas menos que han empezado a construirse, con lo que ello supone en una provincia como Alicante en la que el motor del empleo está siempre pendiente de la evolución del turismo y del ladrillo.

El gerente del Colegio de Arquitectos Técnicos, José Antonio Valiente, vincula directamente esta caída con el actual clima político ante la incertidumbre existente por la falta de Gobierno en España y sus consecuencias tanto para los empresarios promotores que tienen que realizar la inversión como para los potenciales compradores, los cuales también se mantienen a la expectativa y, eventualmente, esperan antes de tomar decisiones en firme, lo que no hace sino retrasar los proyectos de promoción inmobiliaria que ya estaban diseñados y decididos con anterioridad.

En esta misma teoría coincide el secretario de la patronal de promotores inmobiliarios Provia, Jesualdo Ros, si bien que con matizaciones. Cree la muestra de dos meses, pese a la fuerte caída registrada en la estadística de visados, es todavía poco representativa, «porque se puede ver desvirtuada la cifra». Sin embargo, admite que «el momento es complicado y ello no beneficia a la estabilidad y al clima de confianza que debe prevalecer en el sector de la promoción inmobiliaria».

Ros cree que muchos proyectos que no existían en los últimos meses gracias a la clara la recuperación de la demanda (Alicante sigue siendo líder absoluto de ventas a ciudadanos extranjeros en todo el país, con 17.468 unidades vendidas el pasado año frente a 15.415 a ciudadanos españoles) están «en gestación y la desconfianza general que genera la incertidumbre política los han podido paralizar». Jesualdo Ros cree que no se puede ser tan drástico en hablar de una parálisis del sector como consecuencia de la ausencia de Gobierno en España, aunque sí habla de que «podría haberse materializado una especie de lucro cesante en las empresas».

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El cambio de tendencia claro en enero y febrero contrasta, sin embargo, con un nuevo impulso de los visados para obra nueva en marzo, según explica José Antonio Valiente. Aunque el dato oficial todavía no está ultimado, sí se observa una ligera recuperación frente al bimestre inicial y también respecto a marzo del año anterior. Si bien este dato también podría verse algo alterado por el inicio de grandes promociones, como por ejemplo la que ya ha anunciado el Grupo TM de la familia Serna en Benidorm, donde se está iniciando una urbanización con nada menos que de 260 viviendas frente a la bahía. «Pero podría darse el caso de que en abril la actividad vaya otra vez a la baja», especula el gerente de los aparejadores. En cualquier caso, siguen siendo los municipios de Torrevieja y Orihuela (por sus playas) las que tiran del motor de la construcción residencial. En uno y otro caso se han iniciado 129 viviendas en enero y febrero, frente a solo 1 en Benidorm, la teórica capital turística de la Costa Blanca. Alicante capital ofrece buen saldo, con 57 visados expedidos. Pilar de la Horadada concentra 52, Algorfa 32 y San Fulgencio 20. En Elda, capital del Medio Vinalopó, no se ha iniciado ni una sola casa en enero y febrero. Tampoco en La Vila.

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