A días de perder el podio

Los alicantinos han logrado por primera vez en una década ser autosuficientes y no necesitar ayuda externa de otras provincias para abastecer diariamente a los hospitales. Una meta alcanzada gracias a la solidaridad ciudadana pero también al esfuerzo en campañas y colectas que se han impulsado desde el Centro de Transfusión, donde no pueden permitirse el lujo de bajar ni un solo día la guardia en busca de nuevos donantes.

Este resultado ha sido posible en 2015, según el balance hecho por el centro, a pesar de un momento de alerta y de crisis que se registró por la caída en picado de unidades sangre que hacían peligrar las reservas. Una situación crítica que se salvó 'in extremis' tras hacer llamamientos a la población. El problema es que el comienzo de 2016 está siendo peor y esta semana se han visto obligados a lanzar un nuevo SOS. Las reservas se han desplomado y el podio alcanzado puede que dure poco tiempo si no hay una respuesta inmediata.

La jefa del servicio de Hemodinámica del Centro de Transfusión, Mabel Ortiz, destaca que el pasado año las donaciones subieron un 9%, lo que permitió «ser autosuficientes en la provincia para poder atender a nuestros enfermos». En los últimos diez años, la tónica era tener que recurrir en alguna ocasión a Valencia, Castellón u otras provincias para cubrir la demanda de los hospitales. El incremento de las campañas y de maratones que se han organizado está detrás de este logro, en el que han participado desde empresas a universidades y diferentes colectivos.

Pero desde el Centro de Transfusión no pueden echar las campanas al vuelo. Al contrario. El primer trimestre del año no está resultando tan positivo y peligra claramente el nivel de autosuficiencia. «Hay que hacer un llamamiento porque después de lo conseguido hay que mantenerse también este año para no necesitar traer sangre de fuera», señala la responsable, quien apunta que el primer trimestre está siendo un «poquito peor».

Las vacaciones de Semana Santa y la festividad de la Santa Faz no han ayudado. La provincia está ahora mismo en una situación de SOS como la que se produjo a principios del pasado año, según advirtieron desde el Ayuntamiento de Alicante. Las reservas se han desplomado (este viernes solo quedaban para cubrir un día a los hospitales), sobre todo, los stocks de los grupos sanguíneos A y 0 negativo, lo que está obligando a redoblar los esfuerzos para captar a alicantinos.

¿Por qué cuesta tanto donar sangre?, ¿a qué se deben tantas dificultades para mejorar las tasas de donación en Alicante, una provincia que siempre presume de liderar el ranking cuando se trata de donar órganos? A la falta de conciencia social -algo que ocurre en todo el país- hay que tener en cuenta una población cada vez más envejecida, y que, por tanto, consume más sangre y con un peso importante de extranjeros. El tiempo que hay que emplear en la donación -desplazarse al centro y esperar un poco tras el pinchazo- también puede estar detrás de que solo un 3% de los alicantinos asuman el peso de suministrar a los hospitales.

La doctora Ortiz insiste en que «la sociedad debe concienciarse de que la sangre no se fabrica» y se necesitan nuevos donantes para suplir a los que están cerca de la jubilación. La provincia debe alcanzar anualmente las 60.000 unidades y diariamente se requieren 250 bolsas para «atender a nuestros enfermos, que pueden ser un familiar, un amigo, un vecino y nosotros mismos», reitera la responsable.

Una sola donación puede salvar tres vidas. «No podemos dar un paso atrás y hay que seguir siendo autosuficiente. Donar sangre es casi una obligación», afirma.