La Guardia Civil implica a la banda de El Rebolledo en nuevos asaltos

Una oleada de robos en El Rebolledo no les ha bastado a los integrantes de esta banda para poner fin a su actividad delictiva. La Guardia Civil desplegó ayer un operativo para apresar a los presuntos integrantes de un peligroso grupo criminal que se dedica a cometer robos en viviendas en los entornos de Aspe, Novelda, Alicante, Hondón de los Frailes y Hondón de las Nieves, localidad esta última donde los investigadores sitúan el refugio de la banda. Los sospechosos están acusados por casi una treintena de asaltos, entre ellos uno en el que presuntamente acuchillaron a un octogenario al que intentaron desvalijar la casa el año pasado en El Rebolledo.

Un juzgado de Novelda dirigió ayer la operación contra la banda, que también ha desvalijado establecimientos hosteleros, que se saldó con la detención de cinco personas y el registro de cuatro viviendas, según fuentes próximas al caso. Por ello, los investigadores del Instituto Armado tomaron los domicilios donde residen los acusados para obtener pruebas de los asaltos violentos.

Los agentes se desplazaron a una vivienda de la Avenida de México de la capital en uno de los registros practicados en la provincia. Allí, desde las siete de la mañana, los investigadores buscaron documentación y efectos que implicasen a la detenida por la Guardia Civil que reside en el domicilio, según las fuentes consultadas. Una vez concluida la entrada y registro, los miembros del Instituto Armado se llevaron presa a la mujer. En el resto de inmuebles, los investigadores se hicieron con más pruebas para apuntalar el caso contra los sospechosos.

A finales del año pasado, la Benemérita y la Policía Nacional ya apresó a nueve personas acusadas de formar parte del entramado criminal. Los investigadores les seguían la pista después de haber sembrado el pánico, sobre todo, en El Rebolledo.

Televisores, teléfonos móviles, material informático, pequeños electrodomésticos, relojes, otros objetos sustraídos en bares, restaurantes y demás comercios, son solo parte del botín incautado por los agentes en la primera fase desarrollada en diciembre de 2015. Sin embargo, los detenidos quedaron en libertad por falta de pruebas, como indicaron entonces desde el Ministerio Público.

El 'modus operandi' siempre era el mismo, pues los sospechosos obtenían la información tanto por personas del entorno de las víctimas, conocidos como 'santeros', como por reconocimientos previos de los lugares propicios para ser objeto de robo. Sin embargo, en uno de los asaltos se toparon con uno de sus moradores, un octogenario al que apuñalaron y que salvó la vida de milagro.

Para perpetrar sus delitos normalmente se movían de noche, desplazándose a los lugares en dos vehículos con el fin de asegurar su huida. Para acceder al interior de viviendas y comercios forzaban ventanas con gatos hidráulicos, cizallas, patas de cabra o destornilladores. Se desprendían rápidamente de los objetos sustraídos, sobre todo los artículos electrónicos y joyas, utilizando para ello casas de compraventa de artículos de ocasión.

Antes incluso de estos hechos la Policía Nacional ya imputaba a dos de los acusados el robo en el interior de un vehículo en la localidad de Fortuna, en Murcia, el pasado 27 de noviembre. No obstante, el suceso pudo esclarecerse meses después, el 20 de enero de este año. Los agentes practicaron sendas detenciones de dos jóvenes españoles de 21 y 26 años de edad en las poblaciones de Abanilla, también en Murcia, y en Hondón de las Nieves.