Condenan a Sanidad con 92.000 euros por un brote de hepatitis C en el Hospital de La Vila

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad a indemnizar con 92.000 euros a una paciente que se contagió del virus de la hepatitis C en otoño de 2011 en el Hospital de La Vila, dentro de un brote nosocomial que afectó a un total de once personas que habían pasado por la Unidad de Medicina Interna del centro.

Así consta en una sentencia de la sección segunda de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJCV en la que estima parcialmente el recurso de la afectada, que ha sido defendida por los servicios jurídicos de la asociación El Defensor del Paciente. De los 92.000 euros, 80.000 son para la paciente, 6.000 para su marido y otros tanto para su hijo.

Según ha explicado la entidad en un comunicado, la mujer ingresó en noviembre de 2011 en el centro para una prueba diagnóstica en el servicio de Medicina Digestiva y fue dada de alta por estar «todo normal». Sin embargo, meses después presentó en una revisión médica valores «altamente anormales» de transaminadas, y fue diagnosticada de VHC, momento en el que empezó el «calvario» de la familia. La madre pasó de ser una persona «muy activa y alegre» a mostrase altamente cansada y estar preocupada por no contagiar a su marido y su hijo. La Conselleria de Sanidad se oponía a su petición alegando que en la demanda se debió de fijar exactamente el importe reclamado por daños y perjuicios o haber determinado las bases para su cuantificación y alegaba además que no se había acreditado la existencia de un daño rea y efectivo susceptible de indemnización.

Informe del servicio

El tribunal alude a un informe del Servicio de Medicina Preventiva del hospital que dice que la paciente estuvo ingresada entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre de 2011 por un episodio de deposiciones sanguinolentas y se le administró medicación intravenosa, de la que concluye que quedó afectada por el brote nosocomial de hepatitis C que se produjo en estas fechas.

Este informe confirma la existencia de un brote con 11 casos, 10 de ellos con una hepatitis C aguda y otro que se trataba de un portador asintomático -que sería el foco del caso primario-, y que el principal procedimiento de riesgo era la presencia de vías intravenosas. El contagio, añaden, no fue puntual sino que se prolongó durante dos días. «El resultado del análisis de las secuencias del virus presente en las muestras señala que los diez casos aislados comparten un ancestro viral común próximo en el tiempo», concluye el informe.

Tras lo ocurrido, la afectada presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial por asistencia sanitaria que fue desestimada y contra esta decisión, presentó un recurso contencioso administrativo que ahora ha estimado en parte el TSJCV. De todo el material probatorio, el tribunal considera que la demandante contrajo el virus en su estancia hospitalaria, siendo una de las pacientes afectadas por el brote.

Declarado este nexo causal y sin que la Administración acredite que se extremaron «todas las medidas de precaución», controles y protocolos, el tribunal sostiene que procede declarar la existencia de responsabilidad patrimonial por el contagio. La afectada solicitaba que se le indemnizara por el contagio sufrido, los daños físicos, entre los que se encuentra la imposibilidad de afrontar un nuevo embarazo, y por el daño psicológico. Tras este caso, el Defensor del Paciente ha hecho un llamamiento al personal sanitario para que «extreme la observancia de los protocolos para evitar infecciones nosocomiales.