Asedio a la nueva delincuencia

Combatir la delincuencia especializada en las nuevas tecnologías es uno de los grandes objetivos del comisario provincial del Cuerpo Nacional de Policía, Alfonso Cid. Así lo dio a conocer ayer poco después de su toma de posesión del cargo, en un acto solemne celebrado en el Castillo de Santa Bárbara de Alicante, al que asistieron numerosas autoridades de todos los ámbitos. «No hay que bajar la guardia, sobre todo en lo que se refiere a la delincuencia tecnológica, que aprovecha cualquier situación para actuar», expuso Cid, quien asume el mando provincial justo cuando cumple 40 años de trayectoria dentro de la Policía Nacional.

El nuevo comisario, cuyo nombramiento fue firmado el pasado 18 de marzo, aúna en dos palabras la esencia de la labor policial: «proteger y servir». Y dentro de esas premisas, a las que, según destaca, debe ligarse la vocación de todo agente, apela a la importancia de la seguridad ciudadana para preservar un sector económico para la provincia tan vital como el turismo. Para conseguirlo, considera relevante la colaboración ciudadana y la coordinación con el resto de fuerzas policiales.

En un día tan señalado para él, Alfonso Cid estuvo arropado por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó; el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues; el jefe superior de Policía, Javier Cuasante; el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, y el presidente de la Diputación, César Sánchez, entre otras autoridades. Cosidó destacó el desafío que supone para Cid situarse al mando de una plantilla con más de 2.000 policías en una provincia con cerca de un millón de habitantes bajo su demarcación.

Del nuevo jefe provincial, subrayó su «vocación policial» y «su amor por esta tierra». Cosidó mostró su reconocimiento y gratitud a todos los agentes de la provincia, que han logrado que desde 2012 haya «casi 8.000 delitos menos y haya aumentado la eficacia policial». Cosidó mencionó, como retos para Cid, mantener la reducción de las tasas de criminalidad, prestar una atención más especializada y cercana a los turistas, proteger a los colectivos más vulnerables, como las mujeres maltratadas o explotadas sexualmente y los menores, seguir con la presión contra la delincuencia organizada transnacional, atajar la nueva delincuencia económica y tecnológica y también toda forma de corrupción.

Alfonso Cid manifestó que la provincia atraviesa en la actualidad una «situación de baja intensidad» en cuanto a la delincuencia, en la que sobresalen hurtos y algunas tipologías de robos con fuerza, si bien recalcó que «no hay que bajar la guardia», sobre todo porque Alicante es «una provincia con mucho turismo y población extranjera», algo que hay que cuidar.

La idea de Cid es continuar con la misma línea de trabajo que sus predecesores y actuar con celeridad y de manera específica ante cualquier repunte de una tipología delictiva que se pueda presentar en un momento determinado. Tampoco olvidó mencionar la importancia de mantenerse alerta frente a la amenaza del terrorismo yihadista, que afecta a todo Occidente.

El delegado del Gobierno en la Comunitat aludió en su intervención en el Salón Felipe II del Castillo de Santa Bárbara a la «ilusión, lealtad y entrega al ciudadano» que caracteriza a Alfonso Cid, igual que a su antecesor en el cargo, el actual jefe superior de Policía, Javier Cuasante, a los que puso como «ejemplos de compromiso y convicciones». De Cid indicó que es un «policía honesto, trabajador, servicial y seguro de sí mismo», como queda acreditado en sus 40 años de trayectoria, «con una hoja de servicios intachable», ensalzó. Moragues repasó la evolución profesional de Cid, en la que reparó en su larga etapa como comandante piloto de helicópteros, función en la que participó en numerosos rescates y auxilios humanitarios coincidiendo con inundaciones e incendios.

Cid, «alicantino de adopción», estuvo ayer acompañado por autoridades civiles, policiales y militares, además de por su familia y amigos. Entre los asistentes se encontraban el subdelegado del Gobierno en Teruel, anterior destino de Cid, y el jefe superior de Policía de Aragón.