PPLL
Miércoles, 27 de abril 2016, 01:39
Los métodos que la red utilizaba para explotar, extorsionar y humillar a las víctimas también pasaban por la influencia de un líder espiritual, un pastor de una iglesia de Torrevieja que no solo conocía la situación de explotación a la que estaban sometidas las mujeres, sino que ocultaba en el interior de su iglesia la documentación de las víctimas y se lucraba con los beneficios. No solo eso, sino que las mujeres explotadas se veían obligadas a pagar ciertas cantidades de dinero a este pastor para «ser perdonadas» por ejercer la prostitución. Si desobedecían las órdenes y no obtenían el dinero suficiente por sus servicios sexuales, las castigaban a alimentarse exclusivamente de pan y eran sometidas a rituales vudú en los que tragaban agua sucia con arena o tenían que caminar desnudas por los patios de las casas en las que residían. También eran coaccionadas para no denunciar su situación a la Policía bajo amenazas de muerte.
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