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AGENCIAS/R. A.
Jueves, 28 de abril 2016, 01:16
Medio centenar de detenidos y 160.000 dosis retiradas del mercado es el balance del mayor golpe policial en España contra el tráfico de drogas de diseño o nuevas sustancias psicoactivas, las NSP, que tienen efectos nocivos para la salud y que, incluso, pueden provocar la muerte. Dos operaciones de la Guardia Civil, las 'Alimaya' y 'Koroway', desarrolladas en Alicante y Almería, respectivamente, han permitido desarticular sendas organizaciones dedicadas al tráfico de estas nuevas sustancias, conocidas como 'legal highs' y que, en suma, producen efectos similares a los de la marihuana y sus derivados o son sustitutivas de las anfetaminas, MDMA o cocaína.
Sustancias.
Una empresa de Alicante importaba cannabinoides sintéticos de Bélgica, con origen probable de China, y en esta provincia se trataban, se envasaban y se distribuían a mercados europeos, sobre todo Alemania.
Integrantes.
Belgas y holandeses dirigían la red. Nueve de cuyos miembros fueron arrestados en la operación.
Alijo. S
e intervinieron 145.000 paquetes (de una dosis) y 3.000 botellas. Su valor alcanza los dos millones de euros.
Sustancias.
Una inspección a un 'Grow Shop' en Roquetas de Mar desencadenó la operación de la Guardia Civil que se ha saldado con 43 detenidos y 10.000 dosis intervenidas en toda España, la mayor parte en Andalucía.
Investigadores de la Guardia Civil dieron cuenta en rueda de prensa de los detalles de esta operación, acompañados de su director general, Arsenio Fernández de Mesa; el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Francisco Asís Babín, y la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, Belén Crespo.
Se trata de sustancias que están apareciendo en el mercado, que se conocen como «de abuso» y que aunque no están clasificadas como drogas ilícitas, su consumo puede suponer una amenaza para la salud pública igual que las que están catalogadas como tales. Hasta pueden causar la muerte. Y van en aumento. Policías de Reino Unido, Holanda, Bélgica y Alemania, coordinadas por Europol, que desplazó a España una oficina móvil con agentes especializados, han participado en las investigaciones.
Tal y como explicó el teniente coronel de la Unidad Técnica de la Policía Judicial (UTPJ) de la Guardia Civil Luis Peláez, en la operación 'Alimaya', agentes de Alicante dieron con esta red tras tener constancia de que desde una página web se distribuía lo que en principio pensaron que eran medicamentos falsificados y que luego comprobaron era psicoactivos.
Una empresa de Alicante importaba cannabinoides sintéticos de Bélgica, con origen probable de China, y en esta provincia se trataban, se envasaban y se distribuían a mercados europeos, sobre todo Alemania, donde se tiene constancia de alguna muerte por consumo de estas sustancias.
Belgas y holandeses dirigían la red. Nueve de cuyos miembros fueron arrestados en la operación, en la que se intervinieron 145.000 paquetes (de una dosis) y 3.000 botellas. Se calcula que el valor de lo intervenido alcanza los dos millones de euros. No se sabe aún cuánto tiempo llevaba operando la organización, pero está claro que obtenía pingües beneficios con su actividad, como muestra los coches de alta gama que conducían.
Mientras, una inspección preventiva de la Guardia Civil en un establecimiento tipo 'Grow Shop' en Roquetas del Mar (Almería) dio origen a la operación 'Koroway', con la incautación de diversos tipos de cannabinoides sintéticos y otras sustancias psicoactivas.
La inspección permitió detectar la existencia de un grupo organizado dedicado a la importación desde Reino Unido, manipulación y distribución de estas drogas, tanto en Almería como en el resto de España a través de tiendas 'Grow Shop'. Más de cuarenta detenidos, registros en 61 tiendas de toda la geografía nacional y, sobre todo, de Andalucía, y 10.000 envases incautados es el resultado de esta segunda operación.
Según los expertos, estas drogas, dirigidas al mercado más joven para su consumo en lugares de ocio, evolucionan de forma constante, de tal manera que mantienen su base química pero cambian ligeramente su composición, lo que hace más difícil su identificación.
No solo se venden por internet con una agresivo marketing, sino que se ofrecen en tiendas abiertas al público como productos etiquetados como «euforizantes legales» (Legal Highs), «compuestos químicos en investigación» (Research Chemicals) o «complementos alimenticios» (Food Complements).
El director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, recalcó la necesidad de poner orden y aunar esfuerzos entre todas las administraciones para concienciar del riesgo de ese consumo y para armonizar su reproche penal, que es dispar y que, incluso, en algunos países ni siquiera está penalizada su distribución ni está tipificado el delito contra la salud pública.
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