El tranvía directo entre Benidorm y Dénia volverá a funcionar en dos semanas

El tranvía directo entre Benidorm y Dénia, interrumpido por las obras que se iniciaron el pasado mes de octubre para mejorar la plataforma y la seguridad de todo el sistema, lo cual obliga a realizar transbordos en autocar en el tramo entre Altea y Calpe, volverá a funcionar dentro de dos o tres semanas, según informan fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), cuya dirección se reunió ayer mismo. El grueso de las obras prácticamente ya está concluido y, aunque estaba previsto que la próxima semana empezaran ya las pruebas con los maquinistas con los convoyes vacíos, no será hasta la próxima cuando se inicien esas comprobaciones previas a la puesta en servicio de todo el trayecto de la línea 9 del Tram.

Uno de los últimos trabajos ha consistido en la rehabilitación integral medioambiental de un falso túnel que había en una zona de paso en trinchera del tranvía. Estos trabajos provocaron hace días algunas quejas vecinales por el levantamiento de polvo en algunas urbanizaciones, como La Galera de las Palmeras. Aunque los trabajos nunca se llegaron a paralizar por ninguna autoridad policial, en contra de lo que denunciaron en este medio algunos vecinos de la zona.

El presupuesto del proyecto asciende a 9,2 millones de euros, con el IVA incluido, y forma parte de las actuaciones previstas en el Plan de Modernización de la línea 9 del Tram de Alicante entre Benidorm y Dénia, que es la zona no electrificada. Se pretende garantizar la calidad del servicio y conseguir los estándares del resto de la red. Una vez finalizado el trabajo de infraestructura (explanación del terreno y actuaciones en puentes, túneles y estructuras metálicas) se ha llevado a cabo la colocación de la superestructura de la vía, con la colocación de traviesas y carriles y la descarga del balasto en la plataforma. Prácticamente ya han finalizado los trabajos los vagones tolva y repartidores, que transportan el balasto y lo reparten en la vía, la bateadora que alinea y nivela la vía en adecuadas condiciones topográficas y la perfiladora, que posiciona y distribuye de modo homogéneo el balasto. El proyecto ha incluido la sustitución de tableros, aumento de gálibo en túneles, mejora de plataforma y drenaje y mitigación de riesgos geológicos en taludes de trincheras. En 2015, transportó a 740.000 pasajeros.