El Ayuntamiento ofrece tres excursiones a las navieras para evitar la «fuga» de cruceristas

El Puerto de Alicante acogerá este año la llegada de más de 107.000 cruceristas, que potencialmente pueden dejar en la ciudad casi ocho millones de euros, según los cálculos realizados por la empresa que gestiona el sector en Alicante. Un pastel muy jugoso que, sin embargo, Alicante hasta ahora no ha llegado apenas a degustar. Y es que cerca del 90% de los cruceristas optan por quedarse en el barco o irse directamente a una excursión fuera de Alicante.

La única manera de retenerles es ofrecerles una experiencia interesante, a poder ser en origen o en el mismo barco. Por eso, las concejalías de Comercio, Turismo y Cultura, en colaboración con Alacant Cruise Terminal, empresas locales de excursiones y las navieras se han puesto las pilas para tratar de contener esta «fuga» de turistas y lo harán mediante la oferta de tres rutas por la ciudad, dirigidas a diversos perfiles de turistas, con el fin de hacerlas atractivas para la mayoría.

Como focos de interés, la historia, los barrios con encanto, los monumentos, la gastronomía y el comercio. «Habíamos detectado una fuga importante de cruceristas que llegaban a nuestra ciudad y que automáticamente tenían preseleccionadas rutas que les desviaban hacia otros destinos. Automáticamente tenían preseleccionadas rutas que les llevaban a otros municipios o a complejos privados. Con lo cual, el número de cruceristas que baja a la ciudad es muy reducido», señala el asesor de Comercio, Pedro de Gea.

La intención del Ayuntamiento es colarse entre esta oferta de excursiones y hacerlo en origen, a través de touroperadores o de internet, o en el barco, convenciendo a las navieras de que incluyan sus rutas en su catálogo. Además, se ha buscado la colaboración de empresas locales, que han diseñado las excursiones y son las que las organizarán.

De momento, la oferta será de tres rutas. Castillo-Casco Antiguo- Ayuntamiento; Mercado Central Centro Tradicional; y Refugios. La más avanzada en su planificación es la primera. La ofrecerá Alacant Circuit. Durará tres horas 45 minutos. Parte del Postiguet, cruza la pasarela y sube al Castillo de Santa Bárbara por los ascensores. Tras visitarlo, se dirige al parque de La Ereta y la Casa de Santa Claus, donde se ofrece a los cruceristas un refrigerio. En concreto, un 'nardet', bebida típica alicantina.

Desde allí la ruta sigue hacia el barrio de Santa Cruz, donde, además de recorrer el barrio, se visitarán las ermitas para ver los pasos de la Hermandad de Santa Cruz. A la bajada, se ofrecerá una muestra de productos típicos (turrones, dulces, vinos, etcétera) para quien desee comprar algo.

La ruta pretende combinar las visitas con la gastronomía, por lo que incluirá seis vales para canjearlos después por tapas y bebidas en los bares y restaurantes que colaboren, que tendrán un distintivo. En esta zona son Casa Antonio, Mermelada y el bar de la Hermandad. En este último habrá un pequeño museo dedicado a la Semana Santa alicantina, con proyecciones de la procesión de Santa Cruz.

Más abajo, otra oportunidad de canjear vales por tapas en el Bar Tabarca y la Taberna Ibérica. Desde allí pasarán a visitar el Museo del Agua y el Maca y la visita concluirá en el Ayuntamiento, en el que también entrarán.

La ruta del Mercado Central- Centro Histórico también combinará las visita con las compras y las degustaciones. Para comercio es importante que se implique al mayor número de tiendas y establecimientos para que se vean beneficiados a través del consumo. La están cerrando con Ganesha Viajes, con quienes se han reunido esta misma semana.

La tercera ruta que están gestando es la de los Refugios, aunque tendrá que esperar a que se mantengan abiertos definitivamente los de Séneca y Balmis, a que se adecente el Centro de Interpretación de la Memoria de la Guerra de Alicante, Maga, y posiblemente a que se abra alguno más. Esta ruta podría incluir un circuito por el Mercado Central, para hablar del bombardeo, y el Puerto donde se agolparon los republicanos para huir al final de la contienda. «Es algo que no tienen muchas ciudades y con la diversidad nuestra casi ninguna. Creemos que tendría una gran acogida», señala De Gea.

El Ayuntamiento tiene claro que, para venderlas, es fundamental contar con las navieras y los touroperadores especializados. «El resto son migajas», reconoce el asesor de Comercio. Sin embargo, precisamente este asunto está resultando lo más difícil. Y es que, explican, estas empresas tienen la posición de fuerza, porque «el cliente es suyo y quieren un trozo del pastel, lógicamente». Tanto es así, que sus exigencias llegan hasta a triplicar el coste estimado inicialmente para una excursión.

Además de lanzar el proyecto y poner en contacto a las empresas que lo prestarán, el Ayuntamiento se encargará de elaborar el material gráfico, dípticos, planos, etcétera. «Es una buena inversión, si las excursiones son atractivas se quedarán», apunta De Gea.