Climent interviene para pactar los horarios comerciales y choca de nuevo con Echávarri

El conseller de Economía, Rafael Climent, y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, se reunieron ayer con el objetivo de buscar una salida a la compleja situación de la libertad de horarios comerciales en la ciudad. Ambos aseguran que van a buscar el «consenso» para alcanzar un acuerdo definitivo, pero va a ser difícil, cuando ni siquiera ellos son capaces de ponerse de acuerdo.

Y es que, aunque mandaron un comunicado conjunto pactado que contaba bastante poco y no se salía de lo políticamente correcto, lo cierto es que las versiones particulares de la reunión distaban bastante la una de la otra. El conseller dijo que quería «tender puentes» y salvar los «muros» que reconocía que se habían creado entre Ayuntamiento y Generalitat en esta cuestión. Pero hay murallas bastante resistentes.

Climent venía con el objetivo de convencer al alcalde para retomar el diálogo sobre la libertad horaria con la intervención, en este caso, del Consell como mediador. Propuso crear una mesa en la que estén representados todos los afectados y tratar de alcanzar en ella un acuerdo de mínimos con el que orientar la política de horarios comerciales.

Hasta ahí todo bien. También coincidieron en que debe reunirse «cuanto antes». El alcalde dejó claro que quiere que la situación se solvente en lo que queda de mes. El conseller extiende el plazo a mes y medio.

El primer punto de desacuerdo llegó, no obstante, cuando se pusieron a discutir acerca de quién debía y quién no debía estar en esta mesa. Echávarri quería dar voz a los hoteleros y hosteleros y Climent se opuso. Quiere centrar el debate exclusivamente en los comerciantes, eso sí, grandes y pequeños. Tampoco se aclaran sobre qué asociaciones deben estar. «Habrá que escucharlas a todas, no solo a unas cuantas», consideró el alcalde.

Pero el mayor problema surgió cuando Echávarri sugirió que la reunión de la mesa debería debatir en base a un documento marco, una propuesta a partir de la cual ir acercando posturas.

Según Echávarri, Climent le dijo que este documento base podía ser su propuesta, es decir, la de libertad horaria total a cambio de la creación de puestos de trabajo y de limitación de festivos trabajados por los empleados.

Sin embargo, Climent aseguró que será la conselleria la que presentará un documento que pueda recibir el consenso de todas las partes implicadas y apuntó a que la solución puede pasar por «establecer en un primer momento determinados días de apertura al año» y a partir de ahí debatirlos hasta alcanzar el consenso. Es decir, la propuesta que viene defendiendo ya desde hace meses la conselleria, que choca con la del alcalde.

El conseller está convencido de que se puede llegar a un acuerdo «si todos ceden», que permita que El Corte Inglés retire su recurso y los centros comerciales sus demandas. En declaraciones realizadas tras el encuentro con el alcalde, dejó claro que su intención es aplicar soluciones similares en toda la Comunitat para evitar «desequilibrios». Asegura que no le «agrada» que imperen condiciones distintas en función de donde se viva ni que se tomen «decisiones desde arriba». Tampoco está a favor de «ser asimétrico y para cada uno su arreglo».

Una homogeneización a la que se opone el alcalde, que ya dijo la semana pasada que no iba a permitir que «Valencia decida por nosotros» en esta cuestión. Climent abrió la puerta a aprobar la propuesta que le haga el Ayuntamiento de Alicante sobre la libertad horaria, «si hay acuerdo» sobre la misma. El problema es que, resaltó, no lo hay. Preguntado sobre las disputas internas en el seno de su conselleria, entre cargos del PSOE y de Compromís, sobre este asunto, aseguró: «Los resolveremos en breve. Somos una piña».

El portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Alicante, Natxo Bellido, que también se reunió después con Climent, intentó obviar los desencuentros y centrarse en la «importancia» de la reunión por dos motivos. Por un lado, porque supone la implicación de la Generalitat en el proceso, como pedían. Por otro, porque «se va a abrir un diálogo para tratar de alcanzar un consenso que tenga en cuenta los intereses de todos, la conciliación, la creación de los puestos de trabajo y la retirada de la incertidumbre jurídica existente». Y confió en que el acuerdo se alcance.