J. C. F.
Jueves, 5 de mayo 2016, 01:21
Francesc Romeu es el vicesecretario general y portavoz de la ejecutiva del PSPV. Así consta en la página web de ese partido. En el organigrama figura inmediatamente por debajo del secretario general, Ximo Puig. La teoría le sitúa como el número dos... pero la práctica dice otra cosa muy distinta.
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En 2012, fecha del último congreso de los socialistas valencianos, la alianza con Romeu permitió al exalcalde de Morella alzarse con la victoria y desbancar a Jorge Alarte. El exdiputado nacional fue el colaborador necesario para aquel triunfo. Con el paso de los meses, Puig y su entorno más cercano le aplicaron esa medicina tan del gusto de la cuarta planta de Blanquerías que viene a distinguir los afectos de los desafectos en función de la pureza de sangre lermista. El caso es que el todavía vicesecretario y portavoz lo es en tanto que ocupa la butaca correspondiente a ese cargo en las reuniones del comité nacional y de la ejecutiva. Nada más. Ni el más mínimo espacio o declaración que recuerden que en teoría, aunque sólo sea en teoría, es el número dos del partido.
Romeu presentó ayer un escrito dirigido al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a Ximo Puig, y al secretario general de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos. El documento reivindica la presencia de Romeu en la candidatura socialista al Congreso de los Diputados por la circunscripción de Valencia. No sólo eso; el texto demanda además ocupar un lugar «en uno de los cuatro primeros puestos de la lista». El PSOE logró tres escaños por la circunscripción de Valencia el pasado 20D. Con la ampliación a dieciséis del número de escaños por esta circunscripción, las opciones de obtener el cuarto para los socialistas crecen. En los comicios de hace cuatro meses y medio, el número cuatro lo ocupó el exsecretario federal de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar.
La petición de Romeu viene avalada, según explicó ayer en su página web el citado dirigente socialista, por las firmas de 200 cargos (del partido). En el escrito presentado en Blanquerías se recuerda su condición de vicesecretario y portavoz de la ejecutiva, su «compromiso y esfuerzo» desde 2012 por la recuperación de alcaldías y la presidencia de la Generalitat, el trabajo constante con las agrupaciones del partido, la necesidad de apostar por nuevos valores y referentes electorales y su experiencia como diputado en el Congreso en la VII legislatura (2000-2004). La alusión a la apuesta por nuevos valores, unida a la referencia a figurar en los cuatro primeros puestos, es la que sitúa el número cuatro de la lista como el objetivo de Romeu. La lista del 20D la encabezó Ana Botella, con Ábalos de número dos y María Such en el tres.
Desde el PSPV se aseguró ayer que alguno de los firmantes había comunicado al partido que no conocía la iniciativa de Romeu. La petición del vicesecretario general del PSPV tiene pocas o ninguna posibilidad de salir adelante. Ferraz ya ha dado orden de no tocar las candidaturas aprobadas el 20D, salvo causa de fuerza mayor. La de Valencia no parece encontrarse entre las afectadas.
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A la directriz de la dirección federal se une otra circunstancia: Blanquerías no tiene ninguna intención de atender esa demanda.
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