Juzgan a un hombre y a su hijo por ocultar un alijo entre arbustos del monte en Busot

La Audiencia Provincial de Alicante sentó ayer en el banquillo de los acusados a dos hombres, padre e hijo, acusados de dedicarse al tráfico de drogas que ocultaban entre la maleza de un camino en el término municipal de Busot. Según sostiene el Ministerio Público, que pide una pena de seis años para el mayor de ellos y de cinco para el vástago, los reos contactaban con los clientes y quedaban con ellos en el cruce de la carretera CV-777 en dirección al municipio de L'Alacantí con la partida El Garroferal para llevar a cabo las operaciones de compra de la droga.

La Guardia Civil los pilló 'in fraganti' en uno de los intercambios. Los agentes llevaban tiempo siguiendo los movimientos de los sospechosos por los caminos del monte de Busot y el 17 de mayo lanzaron el operativo para detenerlos. En ese momento, el progenitor se internó, como de costumbre, en una zona de arbustos para entregarle a su hijo una bolsita que resultó contener diez gramos de 'coca' de elevada pureza. Para ser precisos, de un 78,9%.

A escasos cien metros del lugar donde encontraron a los acusados, el Instituto Armado encontró un arbusto de esparto con varias bolsas con más sustancia blanca. Una vez analizado el contenido de los envoltorios dio positivo también a la cocaína. En total, los investigadores intervinieron más de un kilogramo de la droga. Entretanto, las pesquisas prosiguieron con el registro del domicilio del hijo, ubicado en una urbanización de Busot, donde los agentes hallaron más 'coca', como se desprende de las actuaciones.

Las autoridades sanitarias analizaron 1,1 kilos de la sustancia prohibida que habría alcanzado un valor en la calle de casi 63.000 euros, montante que también les exige a los procesados la Fiscalía en concepto de multa por el delito contra la salud pública del que les acusa.

El padre reconoció ayer los hechos en el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, tal y como informaron las fuentes consultadas.

El procesado arrastra una condena dictada en enero del 2015 por un delito de tráfico de drogas y se encuentra en situación de prisión provisional por estos hechos, que se remontan a hace un año. Por ello, su defensa, que ejerce el letrado Joaquín Lacy, solicitó para él la imposición de una pena de año y medio de cárcel con la atenuante de drogadicción y reconocimiento tardío de los cargos.

El otro acusado alegó que la sustancia intervenida la empleaba para consumo propio, como indicaron las mismas fuentes.