Procesado por utilizar un aval y un Monet falsos para conseguir que le prestaran 255.000 euros

Un tribunal sentará en el banquillo a un acusado de servirse del engaño para lograr hacerse con un abultado botín de manos de un empresario de la Marina Alta. Para ello, el procesado supuestamente exhibió un elevado poder adquisitivo a su víctima. El reo acudía con asiduidad al concesionario de vehículos de lujo que regentaba el perjudicado, donde aseguraba estar interesado por los vehículos más exclusivos del mercado, tal y como recoge el Ministerio Público en su escrito provisional de conclusiones.

La Fiscalía sostiene que la actitud del supuesto comprador no era más que una pose para llamar la atención y ganarse la confianza de la víctima de la estafa que había urdido. El objetivo era que le entregara un montante de 255.000 euros en forma de préstamo que no tenía la menor intención de devolver. Por ello, el Ministerio Público le reclama una pena de seis años y medio entre rejas por el delito de estafa y otros dos de falsedad documental.

El acusado no escatimó en medios para desplegar el engaño, tal y como relata el fiscal en su escrito provisional de acusación al que ha tenido acceso este diario. A tal punto llegó que incluso ofreció al empresario un cuadro del maestro francés del impresionismo Claude Monet como garantía de devolución de préstamo. Eso sí, la obra carecía de autenticidad, al igual que el certificado de la célebre casa de subastas británica Christies's.

Así, en las fechas en las que se gestó la estratagema y se puso en marcha, en el año 2011, el reo se acercaba a interesarse por los coches de alta gana del concesionario ubicado en el polígono La Pedrera de Benissa. De ese modo fue como supuestamente captó el interés de su víctima, administrador único de la empresa, constituida también con fines inmobiliarios además de la venta de vehículos.

La maquinación supuestamente prosiguió, una vez ganada la atención del estafado, con la exhibición del presunto estafador de un aval bancario de la entidad financiera Barclays por un millón de euros. De esta forma logró obtener el préstamo de 255.000 euros, según describe el fiscal en su escrito, que decía que emplearía en una inversión y que ampliaría hasta 1.006.665 euros más adelante. Pero no fue así. Con el transcurso del tiempo, el empresario reclamó el dinero de la ampliación, en vista de que el acusado no daba señales de vida.

Según denunció el perjudicado, J.P.J., entregó la falsa obra del pintor impresionista junto con la documentación, falsificada igualmente, «a sabiendas» de que lo eran, como detalla el fiscal,

Los hechos se enjuiciarán en los próximos meses en una de las salas penales de la Audiencia Provincial de Alicante, ya que las penas individuales superan el máximo para que sea un juzgado de lo Penal quien se encargue de celebrar la vista oral.

No es la primera vez que se usa el arte para cometer una estafa. A comienzos del año pasado, la Policía Nacional desarticuló toda una red de falsificación y venta de todo tipo de obras pictóricas y esculturas tras la denuncia de un vecino de Dénia.

Los agentes apresaron a los cinco responsables de las falsificaciones (una pareja y un trío de hermanos). Según determinó la investigación, los sospechosos llevaban siete años trabajando en las ilícitas copias. De este modo, los delincuentes plagiaban pinturas y esculturas de distintos autores como Picasso, Andy Warhol, Miró, Sorolla, Pinazo, Apple, Saura, Chillida, Tapies, Mompó, Equipo Crónica, Rafael Alberti, Teixidor o Riera i Aragó, entre otros.

Entre los efectos intervenidos por la Policía Nacional en la operación había 271 obras pictóricas, útiles para pintar, libros de pintura, pruebas y ensayos de firmas de pintores, numerosos documentos y facturas de compraventa de cuadros.

Unos meses más tarde, en noviembre del 2015, la Policía Nacional desplegó un operativo para abortar la venta de cinco obras falsas de Pablo Picasso por 160 millones de euros. Las pinturas fueron halladas en Benidorm y Granada tras meses de ardua investigación policial.