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R. C.
Viernes, 27 de mayo 2016, 00:45
Francisco Valiente, el denunciante que detonó la operación del 'caso Acuamed', aseguró al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que comenzó a sospechar de los contratos fraudulentos en esta empresa pública ligada al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, cuando le hablaron de la falta de seguro de la desaladora de Almazora en Almería que se inundó en septiembre de 2012. «Me dijeron que estaba claro que la culpa de no tener seguro era de todos y que había un acuerdo al máximo nivel, con el ministro», explicó en sede judicial Francisco Valiente, que ocupó el cargo de director financiero de Acuamed hasta que fue cesado en marzo de 2014.
«¿Qué ministro?», le preguntó el juez Eloy Velasco, a lo que contesta este confidente que «Arias Cañete», según consta en el sumario de la presunta trama corrupta. Miguel Arias Cañete fue ministro de Agricultura y Medio Ambiente hasta el 28 de abril de 2014, cuando pasó a encabezar las listas del PP en las elecciones al Parlamento Europeo para, a continuación, ocupar el cargo de comisario europeo de Acción por el Clima y Energía.
En la presunta trama corrupta participaban dos empresas de FCC y Abengoa, según la versión de Francisco Valiente. «Ellos pagan el 70% de la instalación y nosotros el 40», le dijeron altos cargos de Acuamed cuando mostró su extrañeza. «El acuerdo no estaba por escrito pero estaba adoptado y me dijeron: 'Lo que tú tienes que hacer es ponerlo en marcha», añadió este denunciante, que dice que le «sorprendió bastante» estas instrucciones.
Tras la inundación de la desaladora de Almazora, Valiente asegura que advirtió de que la obra de reparación no se podía realizar porque la planta había quedado «arruinada». Explica que se celebraron varias reuniones donde «salió que querían (las contratistas) cobrar una liquidación del 20%, de unos diez millones de euros».
Valiente aporta el nombre de David Soriano, ingeniero de planta en Almazora, y de quien dice que se mostró partidario de hacer la reparación. Una vez hecho esta obra de la planta inundada, este directivo decía que se podía «exigir lo que fuese».
Valiente, exdirector de Ingeniería y Obras de Acuamed, también aseguró ante el juez que tanto él como otros empleados de esta empresa pública sufrieron constantes presiones por parte del ex director general, Arcadio Mateo, quien en algunos contratos supuestamente irregulares llegó a hacer alusión a presiones de terceros.
«Paco, esto es así, no es cosa mía, hay mucha gente ahí... en el partido y tal», asegura Francisco Valiente que le dijo Arcadio Mateo en relación a la desaladora de Mutxamel-Campello, en Alicante. Este antiguo directivo de Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas, SA) le había advertido de irregularidades que «podían joderle la vida».
Al hacer alusión a gente del partido, el juez Velasco paró el relato de Valiente para que le especificara si se refería a una forma de financiar al partido. «No lo sé», contestó éste, que sólo añadió que Arcadio Mateo le explicó: «Aquí todos los contratistas tienen que vivir».
El juez Velasco preguntó al exdirector general de Acuamed, empresa dependiente del Ministerio de Agricultura, si había favorecido «escandalosamente» a empresas privadas para «financiar a un partido político o para meterse el dinero en el bolsillo». Arcadio Mateo respondió que no había beneficiado «a nadie» y que así lo demostraría, al tiempo que se acogía a su derecho a no declarar.
Mover cielo y tierra
En su testimonio ante el juez, Valiente repasa las presuntas irregularidades en los contratos de Acuamed en la construcción de desaladoras como las alicantinas de Mutxamel-Campello, Rambla Gallinera o Torrevieja, así como la almeriense de Bajo Almanzora.
Con la de Torrevieja, por ejemplo, dice Valiente que «se movió cielo y tierra» para recuperar unos fondos europeos por importe de 55 millones a pesar de que era «un desastre» porque había «fisuras» y muchos otros problemas. Las órdenes de Arcadio Mateo eran, no obstante, mantener los trabajos con las empresas contratistas, que en el caso de la planta de Torrevieja era Acciona. «Una cosa de estas te puede joder la vida», le comentó Valiente al exdirector general de Acuamed.
Según explicó al juez, Arcadio Mateo era una persona que le dio «vidilla» al confiar en él después de una enfermedad de pulmón para pedirle que organizara Acuamed «como si fuera una empresa privada».
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